sábado, 25 de octubre de 2008

Pasta o Tequila

Hace más de un año, pensaba seriamente en terminar con Rodrigo. El problema era que no encontraba la razón. Nuestros problemas de comunicación, las peleas y hasta la extraña relación que tenía con su ex, hibernaban apaciblemente, y no estábamos pasando por un período problemático en ese momento. Todo iba, en teoría, bien, pero yo tenía mis dudas. No lo suficientemente fuertes para terminar con él, pero lo bastante molestas como para no dejarme continuar tranquila en la relación.

Cuando se lo comenté a una amiga, para mi sorpresa, en vez de decirme cosas como "piénsalo bien", o "si tienes dudas es porque ya no lo quieres", me responde lo siguiente:


Ella: Pero termina con él, ¡si estar soltera es muy entretenido! Es como estar en un supermercado, llena de opciones…
Yo: Sí, lo sé, pero siento que estoy en ese supermercado, y a pesar de ver las opciones sigo eligiendo la apuesta segura, los tallarines, cuando sé que podría llevar el tequila…


Y se resumió a eso. Pasta o Tequila. La pasta sabes que es segura, nunca está de más, es bienvenida en toda casa y sabes que eventualmente (aunque sea cuando no se te ocurra nada más qué cocinar o tengas poco tiempo) la vas a usar. Quizás no es la comida ideal, pero es aceptable. Siempre está ahí, siempre es una opción. En cambio el tequila no. Es riesgoso. Sólo en ciertas ocasiones tenemos el coraje de beberlo, y quién sabe qué estragos causará. Qué haremos bajo su influencia, y qué resaca nos llegará al día siguiente.

Lo mismo podría decirse de ciertos hombres. Hay unos que siempre están ahí, son seguros, confiables. Quizás no son los más emocionantes ni entretenidos, pero no acarrean riesgos, sabes que no te fallarán. Mientras que otros… de ninguna manera puedes aguantarlos todos los días. Demasiado riesgo, demasiada inestabilidad. Sólo están bien en ciertas ocasiones especiales. Nunca sabes qué pasará alrededor de ellos, ni qué desastre dejarán después. Pero aunque sea por unas breves horas, ¡cómo disfrutas de su presencia! Producen el mismo placer que hacer algo prohibido, que sabes que está mal, y entre más lo sabes, más ganas te entran de hacerlo. Son deseables, pero insostenibles en el tiempo. Sabes que si los tuvieras todos los días o bien te agotaría ese ritmo de peligrosidad o bien te hartarían, como te harta el sabor de algo que te gustaba mucho pero que tuviste que comer (en este caso beber) todos los días y a todas horas hasta que te aburre.

Sé que hay muchas otras clases de hombres. Que hay maravillosos términos medios que son aquellos con quienes finalmente sostenemos relaciones duraderas, porque equilibran la estabilidad y la confiabilidad con la magia y la pasión. Pero dio la casualidad que en ese tiempo, mientras yo no me decidía a dejar los espaguetis, me reencontré con ese viejo tequila que tienes escondido en un rincón para que no te baje la tentación de abrirlo. Y resulta que no pude aguantarme las ganas y lo abrí…

continuará

Faye

7 comentarios:

El inconsistente dijo...

Si me permitís opinar, creo que reducir los tipos de hombre a "pastas" y "tequila", es demasiado simplificador, y quizás sea señal que todavía tenés un largo camino por recorrer en el conocimiento de la especia masculina.

Entre un spaguetti soso y un excitante tequila hay una interesante gama de matices en los que deberías incursionar.

Incluso hay tequilas, entre los que me incluyo, con modestia claro está, que han aminorado la marcha y se han convertido en interesantes platillos.

Besos

Myriam dijo...

Bueno, entre medio tienes al resto del supermercado, pero, por alguna razón (posiblemente por el hecho de ser los extramos de la cadena alimenticia) los 'pastas' y los 'tequilas', suelen destacar.

Claro, también podríamos agregar al chico 'lechuga', pero ése no sabe a nada =P

Y comerse un buen plato y no sólo ingredientes sueltos es un poco más complejo...

Saludos! n_n

Nati Alabel dijo...

Ey, la pasta depende muucho de cómo la cocines...no es lo mismo ponerle un poco de aceite y ya, que salteada con verduras crocantes, o cocinar una rica salsa durante horas, o condimentarla con sésamo tostado y atún, o...en fin, admite muchísimas variantes! me entendés? Besos!

MelyPaz dijo...

No me tinca ninguno de los dos... La pasta es el tipo de hombre que ya conoces, a veces ni siquiera es una opción tan segura porque es lo que a una puede gustarle, pero no necesariamente hace bien.

Y el tequila... Bueno, Ronaldo en mi caso (no he probado tequila, jaja), suele dejar Flor de Caña xD

Lo del supermercado me parece buena idea, pero nadie puede vivir permanentemente en uno. Si no, mira la película "La Niebla" =P

¡Quiero pololear con un chef! That's the option ;)

Slaudos!

Veronica dijo...

jajaj que ingeniosa...depende del momento de la vida..creo que hay un momento donde disfrutas del spaghetti, otro donde disfrutas mas del tequila, y otro donde queres disfrutar del spaghetti un dia, del tequila otro dia..y ahi se complica todo...

lo mejor es poder encontrar a uno que no sea tan PASTA ni otro que sea TAN TEQUILA !!sino algo intermedio...nada es tannnnn....ni tannnnn
yo hoy prefiero un plato un poco mas fuerte que la pasta unsulsa, y algo con menos graduacion alcoholica que el tequila..
que podra ser che?


besos

La Ex dijo...

Claro que sí, siempre hay términos medios, y ésos son los mejores, sólo que a veces cuesta encontrarlos o hay períodos en los que parece que la vida te pone a puros extremos por delante.
No me quejo del tequila, en todo caso, estuvo bastante bueno, pero esperen a que les cuente los estragos que dejó...

Para la próxima, mejor un buen plato de fondo, no?

carmela dijo...

Coincido con Verónica, son momentos. Yo ahora según tus categoría estoy en un momento muy PASTA.
Lástima que en el supermercado no me estan trayendo la que yo quiero

saludos

 
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