Este post va dedicado al análisis profundo y exhaustivo de la siguiente frase tipo:
"Me encantan los tipos sensibles y cariñosos, pero siempre termino con los que me usan, me hacen daño y se van... ¡Es que tengo tan mala suerte!"
Primera parte: La Falacia del hombre "sensible"
La sensibilidad es algo que está definitivamente mal entendido en esta sociedad y principalmente por las mujeres. Que un hombre sea sensible, no significa que te va a escuchar cada vez que tengas un drama con tu amiga o que te vaya a comprar tampones/toallas higiénicas a la farmacia. La sensibilidad, en el contexto de la mina que usa la frase analizada, tiene que ver con cuanto se puede someter a un hombre sin que se note que se es una Bruja.
No hay hombres más o menos sensibles. No hay minas más o menos sensibles. Todos sentimos la misma variedad de sentimientos y en el mismo rango de profundidad, lo que pasa es que hay personas (independiente del sexo) que son capaces de expresar mejor o peor lo que sienten.
Las mujeres, en general, deberían sacarse de la cabeza eso de que buscan hombres sensibles. Por lo general, las minas que buscan "hombres sensibles" lo que en realidad andan buscando es un paño de lágrimas que no les pare el carro en seco (labor de la amiga por defecto). Lo que las mujeres deberían darse cuenta que buscan es empatía. Un tipo no tiene porqué entender que se siente andar adolorida y sangrando todos los meses, pero puede al menos empatizar con que no es una situación muy cómoda que digamos y, en consecuencia, escuchar el fútbol más bajito y no llegar tan tarde después de la farra. Y PUNTO.
Soy una convencida que si las mujeres mostraran un poco más de interés en los amigotes y el fútbol (aunque sea falso), las quejas de que el hombre es un energúmeno cuando ve un partido y los amigotes solamente lo llevan a la perdición descenderían un drástico 90%. Las que se seguirían quejando son las que definitivamente tienen un par de tornillos sueltos. Y sí, el ejemplo es burdo, pero efectivo.
Segunda parte: Lo que tengo/Lo que quiero
Hace un par de ¿meses? ¿semanas? atrás se hizo re popular un video de una sicóloga chilena que hablaba que las mujeres tienen un pensamiento mágico: no contentas con lo que tienen, siempre buscan algo mejor causando innumerables dolores de cabeza a quienes la rodean. Esto cae redondito con todas esas minas que se viven quejando que los hombres de sus vidas siempre las han tratado mal, que por qué no les gusta un hombre sensible y cariñoso.
No les gusta porque en realidad no les gustan los hombres sensibles, ni cariñosos. Les gusta el maldito hijo de meretriz que las hace sufrir porque eso calza perfecto con su parada de pobre víctima, mujer sensible de la cual todo el mundo se aprovecha.
Yo lo he pasado bien, mal y muy mal. Y aquí estoy, todavía en una sola pieza dispuesta a empezar cada vez que sea necesario. Y me podré quejar de que me hicieron esto, aquello y lo otro. Pero lo que pasó, pasó y a lo hecho, pecho. Las decisiones tomadas en un momento de mi vida las tomé pensando que era lo mejor. En ese momento. Ahora podrá verse como un error garrafal, pero si pudiésemos tomar las decisiones a sabiendas de las consecuencias, otro gallo cantaría.
Por eso hago una invitación a todas las mujeres a que asuman que en realidad sí les gusta el Hombre Rudo que las hace sufrir. Acéptenlo y gócenlo. Se darán cuenta que las cosas toman un cariz totalmente diferente cuando uno asume quién es y lo que le gusta. se los digo por experiencia.
Tercera parte: La Maldita Mala Suerte
Sí, las apariencias engañan. El galán que antes a una la invitaba a todas partes y era guapo-guapo, ahora ronca a todo pulmón en el sofá y con la ponchera chelera a vista de todo el mundo. El tipo sensible y artista todo especial, solamente resultó ser solamente otro niño demasiado mimado por su madre. Pero se pueden tomar decisiones. Se puede decir "¡Ya no más!" y mandarse a cambiar. Sufrir un poco, llorar lo que corresponda y seguir por la vida.
Pero eso de andarse quejando como adolescente de la mala suerte amorosa es una soberana estupidez. No existe la mala suerte. No existe la suerte, punto. Una misma se forja el camino a punta de costalazos y tropiezos, pero la responsabilidad no es de la vida, el destino, la pachamama o Cupido. Es de una misma.
Si no se tiene la suficiente capacidad de autoanálisis como para darse cuenta que hay algo mal con una si se busca una y otra vez a un hijo de la gran meretriz, eso no tiene que ver con el amor o la mala suerte. Tiene que ver con complejos varios y hágase un favor y búsquese una terapeuta y punto. Pero deje de echarle la culpa a todos, cuando claramente la culpa es de usted.
Conclusiones:
- La sensibilidad está sobrevalorada y malentendida.
- Si las personas fueran más empáticas no se acabarían las guerras del mundo, pero al menos habría mayor disposición a entender a los demás.
- Los hombres sensibles son un mito.
- Los hombres rudos, gracias a Dios, no. xD
- La mala suerte amorosa no existe.
- Quejarse de vez en cuando es bueno. Si su conducta es patológica, vaya al siquiatra.
Juana La Loca