tag:blogger.com,1999:blog-75443546037015249602024-03-12T21:01:22.829-03:00El Blog de la ExPorque siempre usaste viagra (o debiste haberlo usado),
tu aliento también olía mal en las mañanas,
tu apatía por el mundo no era una "depresión temporal"
y sigo creyendo que eras DEMASIADO cariñoso con tus amigas...La Exhttp://www.blogger.com/profile/09187742538259768544noreply@blogger.comBlogger109125tag:blogger.com,1999:blog-7544354603701524960.post-66835238932814524002010-06-30T11:09:00.004-04:002010-06-30T11:24:33.037-04:00¿Te acuerdas?<div style="text-align: justify;">¿Te acuerdas de nuestras caminatas por el parque al atardecer? ¿Cuando entre besos y abrazos me decías al oído cuánto me amabas e incluso cantabas canciones de amor?<br /><br />¿Te acuerdas de nuestra primera vez juntos? ¿Cuando no podíamos parar de mirarnos y sonreír?<br /><br />¿Recuerdas esa vez que me tomaste entre tus brazos y prometiste que nunca me dejarías caer?<br /><br />¿No te da nostalgia recorrer las mismas calles de esta ciudad sin mí? ¿Reírnos de la gente, comer golosinas y gritar mudos el amor que sentíamos el uno por el otro?<br /><br />¿Nunca te detuviste a pensar en mí cuando estabas con ella? ¿Nunca sentiste ni una pizca de remordimiento por mentirme a la cara y romperme el corazón?<br /><br />¿Me odias? Apuesto que sí. Apuesto que todos esos recuerdos teñidos de amor que guardo con celo tú los reemplazaste por las discusiones, los malos ratos, las despedidas, las llamadas a toda hora.<br /><br />¿No te dan ganas de saber de mí? ¿De llamar para saber cómo me va? ¿Preguntarme si voy a X concierto, si no me gustaría que nos tomáramos un café?<br /><br />Yo guardo todavía en el corazón tus manías Algunas sin darme cuenta las adopté como mías y a ratos se me escapa un suspiro cuando me pillo repitiendo lo que aprendí por amor.<br /><br />Mi único consuelo es que me odias. No me puedes ver y sé que ahora te ríes de mí, de lo loca que según tú estoy. Mi consuelo es que sé que me odias con la misma intensidad con la que me amaste.<br /><br />Y yo... Intenté odiarte y no lo logré. Ya no te amo, ni te extraño. Eres una pieza más de la colección. Un juguete con el cual a veces me entretengo, cuando la tarde se va, el frío empieza a colarse en mi habitación y alegro el final de mi día con lo que ahora me queda.<br /><br />Recuerdos... Nada más.<br /><br /><span style="font-style: italic; font-weight: bold;">Juana La Loca</span><br /></div>La Exhttp://www.blogger.com/profile/09187742538259768544noreply@blogger.com13tag:blogger.com,1999:blog-7544354603701524960.post-59879265508126503822010-06-09T11:25:00.003-04:002010-06-09T11:30:55.182-04:00Él, la guinda de la torta<div align="justify">Estimados, tenemos el agrado de dejarlos con una nueva colaboración de una de nuestras lectoras, esperamos que les guste. </div><div align="justify"> </div><div align="justify">Hemos tenido poco tiempo para actualizar, pero seguimos recibiendo sus colaboraciones e historias en el correo soy.la.ex@gmail.com, solo les pedimos que nos tengan paciencia.<br />_________</div><div align="justify"> </div><div align="justify">Mis zapatos buscan cada hoja rojiza en el suelo del atardecer. Las hojas crujen como lo han hecho por años, siempre con el mismo suave estruendor de un retazo de vida que acaba. Recuerdo cómo me tomabas la mano mientras caminaba juntando mi escaso equilibrio por esa pequeña pared que separaba los jardines de la acera. Al bajar, las hojas comenzaban su sinfonía de trizas. Y tus ojos dulces eran tan dulces como los de cualquiera que ame de verdad. Podrías ser él, pero nunca lo serás. Tu recuerdo no importará más que los de las hojas, porque al parecer, sólo los recuerdos que nos hacen llorar nos interesan lo suficiente para escribirlos…y sigo hablando de él aunque no me roba las lágrimas como hace 10 años (o debería decir 12). Sigo hablando de él en un café de aroma intenso. Sigo explicando por qué no está, dónde está y con quién hace el amor. Como si pudiera explicarlo. Qué ilusa, no pude antes, menos ahora, que nuestras vidas han divergido tanto, como siempre lo pronosticó.</div><br /><div align="justify"></div><div align="justify">“No busques a alguien para que te haga feliz, sino para que comparta contigo la felicidad que has alcanzado”. Aunque lo repita mil veces no podré compartirlo, porque dista tanto de mí. Ser feliz es construir, y si lo haces solo, estás solo. Si alguien llega, se desarma el puzle, porque no encaja. Si construyen juntos, los dos caben, ajustes impecables, o aceptables. La duración de esa felicidad depende de eso…Si cada uno trae su felicidad, no se pueden sumar, porque son distintas…si cada uno tiene su felicidad siguen estando solos…o tal vez sí sean aditivas, tal vez el secreto sea tener una felicidad y media, media nuestra y una mía…</div><div align="justify"></div><div align="justify"><br />¿Y si fueras tú? Si fueras tú quien me roba un beso en el pasillo de un pequeño supermercado, si fueras tú quien recorre mis piernas por debajo del vestido. Si fueras tú quien vuelve en un avión olvidado. Me cuesta incluso llamarte tú, acostumbrada más al ÉL. Lo inalcanzable no puede siquiera tener un pronombre, aunque sí mucha imaginación, porque todo aquí es 90% imaginación y 10% recuerdo, y no es por mala memoria, es por escases de momentos juntos. Vuelve a sonar Cálido y frío, en otro frío dentro de un cálido auto compartido con gente que no quiere compartir. Ese amor en contracorriente, dice, mientras vuelvo a recorrer las heladas calles de San Carlos buscándote, cada año con más neblina y menor nitidez. Vuelvo a decir las palabras necias que nos alejaron poco a poco, casi sin darme cuenta. Porque las guindas de las tortas son sorpresivas, y el rojo nos duele en medio de tanta crema blanca.</div><br /><br /><em>Amanda</em>La Exhttp://www.blogger.com/profile/09187742538259768544noreply@blogger.com4tag:blogger.com,1999:blog-7544354603701524960.post-51595590152904620062010-05-31T09:41:00.003-04:002010-05-31T09:47:47.169-04:00Cuando Tenga Que Correr, Corra<div style="text-align: justify;">¡A la carga! Actualizamos El Blog de la Ex con una colaboración. A todo el mundo le toca el tema parece. Recuerden que si quieren colaborar o ser parte del equipo estable de Ex's (raro sonó eso), pueden escribirnos a <a href="mailto:soy.la.ex@gmail.com"><span style="font-weight: bold;">soy.la.ex@gmail.com</span></a>.<br /><br />Nos demoramos un poco en responder, así que ¡paciencia!<br /><br />-.-.-.-.-.-.-.-.<br /><br />¿Cuánto tiempo toma olvidarse del lolo de turno y comenzar nuevamente la búsqueda?<br /><br />Sabemos que es un proceso más o menos engorroso, que a no todos nos toma lo mismo ni lo enfrentamos de igual manera y que a más de alguna fémina (y macho también) deja pegada por más de lo mentalmente sano.<br /><br />Como no soy devota de andar apurando cosas, no me incomoda en lo absoluto pegarme una vitrineada más o menos larga, no me urge un aún)pues, afortunadamente los servicios básicos son cubiertos por un buen samaritano al que tampoco le molesta mucho la soltería, voy más que relajada por la vida… Tan relajada que en ese entre tiempo un muchacho me pilló volando bajo y comenzamos a salir.<br /><br />El espécimen en cuestión se veía bastante prometedor: salidas varias lo confirmaban. No era algo que me hiciera perder la cabeza, pero en vista y considerando que la oportunidad estaba, démosle.<br /><br />Y aunque quería, algo no funcionaba… Este hombrecillo me sorprendía desagradablemente con detalles… Pero hubo algo, lo principal, que me hizo replantear el asunto y correr olímpicamente de esa situación: su urgencia por reemplazar a la EX.<br /><br />Además de su apremio por concretar, por presentarme a la familia y conocer la mía, por publicar fotos -que ni siquiera sabía que me había sacado- sin mi consentimiento y tapizar red social existente con mi nombre y el “está en relación con”, estaba su pasado tormentoso con mi versión anterior.<br /><br />Todos tenemos un pasado, hay que tener uno para construir el presente, eso está claro… El suyo incluía no asumir que lo dejaron y mandar todo a la mierda tras el quiebre: vida, amigos, universidad, TODO.<br /><br />El cabrito me planteó el episodio como una anécdota más de vida y a mí dentro del cuento, como la persona que lo ayudaría en la transición. Qué quieren que les diga, me anduvo entusiasmando la idea de mostrarle que la vendrían tiempos mejores (a pesar de divergencias que saltaban a la vista, pero bueno, asumo que soy harto porfiada) y seguimos.<br /><br />Es común que en la lista de ex parejas siempre exista una que es recordada con mayor cariño, pero el cuento con esta EX iba por otro lado. Al tiempo de estar juntos me enteré que hubo compromiso de por medio, postura de ilusiones (bien cebolla el asunto) y toda la parafernalia, la palabra matrimonio sonó fuerte, bastante, hasta que la muchacha se arrepintió y hasta ahí quedaron los planes.<br /><br />Nada de malo tiene proyectarse, pero si no resulta, supéralo. Eso es lo que no entendió el muchacho… Y su obsesión/trauma con el compromiso me empezó a incomodar demasiado, su encanto por mostrarme en público como un chiche nuevo me asustaba, las llamadas a las tantas de la mañana desubicaban, llegando al punto de quizás qué caras poner cuando comenzaba con sus “<span style="font-style: italic;">... y si viviéramos juntos</span>” salidos de la nada sin siquiera llevar meses emparejados…. Porque digámoslo, uno espera escuchar esas palabritas cuando está enamorada y lleva por lo menos un año de convivencia ¡no dos meses!<br /><br />Señoritas, existen sujetos deseosos de reemplazar a la Ex con quien quiera que se les cruce en el camino en un esfuerzo por demostrarse a sí mismo que son capaces de formar parte de algo sólido. Buscan e insisten porque la soledad los desmoraliza y desespera a tal extremo, que la seguridad como individuo único e irrepetible se les va lejos (si es que alguna vez tuvieron).<br /><br />Lamentablemente para él, tengo mis prioridades demasiado claras e incluir un cacho en mi vida, evidentemente, no es una de ellas.<br /><br />Con toda honestidad, si hubiera sido la novia y Ex en cuestión, también corría… ¿ustedes no?<br /><br /><span style="font-style: italic; font-weight: bold;">Helena</span></div>La Exhttp://www.blogger.com/profile/09187742538259768544noreply@blogger.com3tag:blogger.com,1999:blog-7544354603701524960.post-5022624156271196332010-05-25T09:48:00.004-04:002010-05-25T10:04:13.199-04:00La Hormonal<div align="justify">Si hay algo que en verdad detesto de mi género y congéneres es la manía de echarle la culpa a las hormonas de los estados de ánimo.<br /><br /></div><div align="justify"> </div><div align="justify"></div><div align="justify">Es cierto, está comprobado científicamente que hay una relación entre el ciclo menstrual y los cambios de humor de las mujeres, pero de ahí a tener como cartita bajo la manga el temita cada vez que una se pone sensible, <em>come on</em>!!!<br /><br /></div><div align="justify"> </div><div align="justify"></div><div align="justify">Recuerdo que antes de conocer las maravillas de la píldora, nunca tuve grandes problemas con mis cambios de humor -siempre hay una clara tendencia a andar de mal humor en mí, jajaja!!!- y que la regla no cambiaba en lo absoluto la situación. Si había que hacer educación física, filo, mayor cuidado con el tema no más. O si me sentía ¿más sensible? que lo normal nunca se lo achaqué a las hormonas, sino a mi propia personalidad un tanto <em>voluble</em>. Mis compañeras, en cambio, exigían trato especial en esos días del mes. Que no podían rendir lo mismo, que estaban más sensibles, que no podían prestar atención como siempre. Los profes -generalmente los hombres- creían la cuestión como si fuera la verdad más absoluta del universo: si una mujer está con la regla, mejor dejarla en paz y decirle amén a todo.<br /><br /></div><div align="justify"> </div><div align="justify"></div><div align="justify">En mí humilde opinión eso es una <strong>gran mentira</strong>. Si bien hay una correlación hormonas/humor, la cuestión no puede ser para tanto. ¿Estás adolorida? Tómate algo, lo mismo que si tuvieras un dolor de cabeza. ¿Más sensible de lo normal? Patrañas, todas las minas somos más sensibles de normal y la regla es la excusa para poder validarlo.<br /><br /></div><div align="justify"> </div><div align="justify"></div><div align="justify">Yo siempre he mirado con compasión a aquellos pobres pajaritos que tienen que decir amén a lo que diga la polola porque está en esos días. Yo que tomo pastillas desde tiempos inmemoriales, solucioné los cambios de humor y el sufrimiento probando y probando hasta que encontré la hormona adecuada. Jamás le eché la culpa de mis cambios de humor a las hormonas, ni menos me puse más insoportable de lo normal por el tema (lo insoportable en mí es como natural).<br /><br /></div><div align="justify"> </div><div align="justify"></div><div align="justify">Hombres del mundo, ¡despertad a la verdad! Eso de achacarle a las hormonas los cambios de humor, la pesadez, lo bruja e insoportable es solamente una gran exageración de la verdad que le ha permitido al género femenino el control del mundo.<br /><br /></div><div align="justify"> </div><div align="justify"></div><div align="justify">Aunque, pensándolo bien, si usted, joven mozuelo, deja que lo ninguneen bajo la premisa de "<em>esos días</em>", se merece seguir siendo ninguneado hasta que aprenda a no ser tan... <em>huevón</em>.<br /><br /></div><div align="justify"> </div><div align="justify"></div><div align="justify"><strong><em>Juana La Loca</em></strong></div>La Exhttp://www.blogger.com/profile/09187742538259768544noreply@blogger.com7tag:blogger.com,1999:blog-7544354603701524960.post-89979927728796395812010-05-11T23:07:00.002-04:002010-05-11T23:11:34.383-04:00Y el pasado, ¿te condena?<div align="justify">Entre mis variadas andanzas por la vida conocí un cabrito buena onda que se convirtió en el típico amigo de paso: viene, desembucha sus penas de amor contigo y a una, como las ha vivido, le da penita, da la mano, apoya y cuando el flaco resuelve el problema deja de hablarte.<br /><br />Da lo mismo, no es el mega amigo, y ese no es el tema, lo que ocurre es que chico me puso a pensar en algo: el pasado.<br /><br />Este muchachito si bien es más joven que yo ha tenido una vida larga, con muchas experiencias de mujeres. Muchas. O sea, relaciones serias y luego sus escapadas por ahí, y bien por él que lo haya pasado bien y que si lo estima conveniente que siga pasándolo bien, pero aquí viene la pregunta ¿el pasado te condena?<br /><br />El tema de cama, para mí y como para muchas, es un tema. Suele ir de la mano con el compromiso, la seriedad, y si no necesariamente el amor por lo menos un cariño especial.<br /><br />Tampoco soy de las colegialas que quieren “<em>hacer el amor</em>” y califican el hecho de “<em>lindo</em>” y luego lloran de la emoción una vez consumado el acto, pero sí es algo que me tomo en serio. Siempre está como el morbo de querer haberlo hecho con un desconocido, pero esas son fantasías, es peligroso meterse con alguien que uno no conoce (no solo por enfermedades, embarazos no deseados sino también por la carga emocional que puede tener en una persona con una mentalidad como la mía).<br /><br />Considerando todo aquello para mí es importante el pasado de mi pareja, si el weon llega contándome que en cierto minuto de su vida se acostó con una mina que se levantó en un bar, o con más de una flaca a la vez, no sé, el weon automáticamente deja de gustarme y me invaden las ganas de bañarlo con cloro y escobillarle cierta parte con sapolio, usando guantes de goma, por supuesto. No sé bien por qué.<br /><br />Tendrá que ver con el hecho de que, imagino, que si una persona se desnuda delante de otra sin ceremonias ni miramentos el hecho en sí no tiene mucha relevancia.<br /><br />No me seduce la idea de ser “una más” dentro de un amplio repertorio.<br /><br />Además, pienso en otra cosa. Muchas de nosotras queremos sentar cabeza en algún momento, y para eso normalmente no se elige al muchacho dado a entrar a una fiesta solo y salir acompañado, entonces, a la hora de los <em>quiubos</em>, contarle al cabrito que es más o menos serio y juiciosito en cuestión que una se acostó con este, con el otro, el de aquí, el de más allá y este que parece que no me acuerdo, y creo que este otro, no sé, a mí me daría lata.<br /><br />Me da lata decirlo, y escucharlo.<br /><br />Obviamente una no pretende ni llegar virgen a los brazos del marido (qué fome) ni que él llegue virgen a los tuyos (también fome), ya que de las experiencias pasadas más de algo se aprende, y si bien la cama es entre dos (se supone), bueno, saber bien qué se hace, dónde está cada cosa y no tener que estar improvisando es un plus, pero tampoco creo que sea la idea llegar con más kilometraje del necesario.<br /><br />No juzgo, con esto, a quienes optan por la vía de pasarlo bien y olvidar nombres la mañana siguiente, para nada. Cada uno es dueño de hacer lo que se le venga en gana, pero sí me da lata cuando escucho a un chico hablar de su pasado y comentar que hay nombres y caras que no recuerda.<br /><br />El sexo es algo excelente, entretenido, maravilloso, reconfortante, excitante, y relajante, en eso estamos de acuerdo de todos, pero imagino que debe ser vacío no dormirse abrazaditos después, no llamar por teléfono después, no repetir el encuentro con el respeto, el cariño y la confianza que se tiene dentro de una relación y que es imposible conseguir medio copeteados a la luz baja de un pub y con ganas de arrancar apenas el cuento se acaba.<br /><br />O tal vez me equivoque, como he dicho, nunca he experimentado el <em>touch and go</em>, y ahora tampoco me interesa.<br /><br />Será por eso que pienso que sí, el pasado, aunque sea un poco, te condena.</div><div align="justify"> </div><div align="justify"><em><strong>Leonor</strong></em></div>La Exhttp://www.blogger.com/profile/09187742538259768544noreply@blogger.com4tag:blogger.com,1999:blog-7544354603701524960.post-5205040263374053002010-05-06T12:58:00.003-04:002010-05-06T13:05:23.910-04:00Amor en serie<div style="text-align: justify;">Corto pero preciso: <span style="font-weight: bold;">¿hay algo más desagradable que darte cuenta que tu ex trata a su nueva mina igual que a ti? </span>¿Que le escribe y dice las mismas cosas? ¿Que con suerte se dio el trabajo de buscarle un nuevo apodo cariñoso y sería?<br /><br />Si hay algo que me empelota es la falta de originalidad. Todos los hombres de mi vida se han ganado exclusividad en su trato, ¿es mucho pedir acaso lo mismo de vuelta?<br /><br />Dios las libre a toda de la falta de originalidad de un ex. Porque duele en el alma darse cuenta que tanto esfuerzo fue en vano: siempre fuiste una más en su lista, alguien destinado a un espacio/tiempo determinado. Los sueños y promesas nunca fueron verdad. Y saber que lo que una creía único y especial era un amor en serie, hace que el corazón se sienta gris, pesado y triste.<br /><br />Sin embargo, hay un sunny side en el asunto: sabes que la nueva mina está destinada, igual que tú, a ser desechada cuando aparezca otra más.<br /><br />Cuidado, mis estimadas, con el amor en serie y la falta de orginalidad.<br /><br /><span style="font-style: italic; font-weight: bold;">Juana La Loca</span><br /></div>La Exhttp://www.blogger.com/profile/09187742538259768544noreply@blogger.com7tag:blogger.com,1999:blog-7544354603701524960.post-11213906193382803272010-04-28T10:58:00.002-04:002010-04-28T11:02:34.606-04:00Gracias a mi Ex Pololo<div align="justify">Nosotras somos todas ex de alguien, y desde la vereda de la ex se entiende, o se trata de entender, el mantener el contacto con el ex, con la esperanza de volver con él o tal vez de joderle un poco la vida en una delicada venganza por lo todo lo que ese hi . . . de pu . . mal parido nos sufrir, pero ¿qué pasa cuándo una no es la ex de la historia, si no la actual, y es la ex de él la que aparece a joder la pita?<br /><br />Y . . . Depende. Depende de qué tan seguro está él de que terminar con la flaca en cuestión fue buena idea, depende de qué tan segura estés tú de tu relación con él, que tan segura seas tú por la vida, y qué tanto y cómo jorobe la chica en cuestión.<br /><br />Como uds me imagino recuerdan, estoy felizmente pololeando con Alejandro, vamos a cumplir 5 meses (oooh que ternura) y tema definitivamente da para largo, y estamos los dos felices esperando la oportunidad de comer lombrices y perdices y demases.<br /><br />Cuando empezamos yo llevaba dos meses soltera y él dos semanas.<br /><br />Mi ex no era tema (más allá de los traumas que me dejó, Alejandro ha esperado pacientemente que solucione) pero la de él sí.<br /><br />Esta muchacha, Ana, mayor que yo, con trabajo, imagino que con un título, departamento para ella sola y demases (cosas que este minuto yo al menos no tengo porque estoy viviendo aún la maravilla de ser mantenida por los viejos mientras una estudia) daría la ligera sensación que es una mujer hecha y derecha, capaz de mirar a Alejandro a los ojos y entender que si él la pateó dos veces es porque no pretende querer patearla una tercera.<br /><br />Pero no.<br /><br />Esta chica sabe, le consta que nosotros estamos juntos. Y más encima bastante contentos. Y sin embargo no tuvo ningún empacho en declararle su amor y recomendarle que reconsiderara el volver con ella. Cueck.<br /><br />Y eso no es nada.<br /><br />Cuando llevábamos un par de semanas juntos esta flaca lo llamaba, pero incansablemente, así como una llama para intentar joder la vida. Lo llamaba a la casa, al cel, inventaba motivos para verlo, me atrevo a decir que en más de algún momento simuló lágrimas con la esperanza de que Alejandro fuera que sea a darle un abrazo de lástima.<br /><br />Llamaba tanto que interrumpía, molestaba, cosa que imagino ella pretendía.<br /><br />Pasó un poco de tiempo y la chica ahora lo mira en la oficina, le hace ojitos, le pregunta pavadas, etc, etc.<br /><br />Yo me entero de todo esto porque Alejandro me cuenta.<br /><br />A la pobre chica la he visto sólo una vez, y para mala raja de ambas cuando nos la encontramos en el super yo estaba con ataque de risa porque se habían quebrado los huevos. Y la saludé cagada de la risa, y me miró aún más feo, cosa que entiendo.<br /><br />Yo no estoy celosa ni nada eso, tengo claro que Ale terminó con ella con motivos fehacientes y que no han cambiado, encima los dos estamos bastante bien, entonces eso no me preocupa, y considerando que Dios me bendijo con un hombre bastante posesivo que entiendo eso de que molesta que te pellizquen la uva mantiene bastante distancia con la flaca para evitar pajas, pero ¿hasta cuándo?<br /><br />Ambos llevan tres veces más tiempo terminados del que lograron estar juntos, y esta negra sigue con el show.<br /><br />Entiendo que molesta que te pateen, molesta más ver que el weon se mete con una mina de cual te habló, que tú conocías teóricamente hablando y de que probablemente echaste pestes, entiendo que cabrea la wea, sobretodo cuando te das cuenta de que terminaron por cosas que si tú hubieses manejado mejor no habrían desembocado en un quiebre, pero weon, insisto, basta.<br /><br />Hay un límite.<br /><br />Las compañera de oficina de Alejandro le han mencionado los distintos eventos que esta chica provoca para llamar su atención (porque él, como hombre que es, se da cuenta de menos de la mitad), y han hablado de nuestros planes y ella ha escuchado, pero sigue con la macana, como si no tuviera nada más con qué entretenerse, como si la relación que ellos tuvieron hubiese sido de esas largas, intensas, eternas, que te cambian la vida y que te dejan con gusto a poco.<br /><br />Flaca, cánsate.<br /><br />Igualmente, doy gracias por su existencia en la vida de Ale, nos hico bien, a los dos.<br /><br />Le permitió a él darse cuenta de cosas que no hay que hacer y entonces no comete los mismos errores conmigo, qué maravilla, y me ahorra a mí ver teleseries venezolanas para entretenerme, pero ¿hasta cuándo?<br /><br />Todas, de una manera o en otra, hemos estado en sus zapatos, sabemos lo que duele, no hemos sabido decir basta en el momento en que razón grita que cortemos el webeo porque más allá de jorobar no estamos consiguiendo nada excepto dejar establecido lo pendejas que podemos llegar a ser.<br /><br />Pienso que uno webea hasta que se le quiten las ganas, hasta que ya no te nace.<br /><br />Si te metiste a Facebook una vez para verle el muro lo vas a seguir haciendo hasta que algo más llame tu atención y se te olvide. Lo mismo si le revisaste el mail una vez o si trataste de hablar con un amigo en común para recabar información.<br /><br />Esas cosas, esos psicopateos para los cuales se presta la tecnología pueden medianamente eternos si no tenemos ninguna serie de televisión buena que ver, si no tenemos algo sobre lo que escribir, pintar o esculpir o si no tenemos algún otro macho por el cual desvivirnos.<br /><br />Y normalmente no llegan a nada bueno, al menos para nosotras.<br /><br />¿Alguna de ustedes ha logrado volver con el ex a punta de acosarlo sutilmente?<br /><br />A mí por lo menos, cuando lo intenté, no me resultó. Terminé recordándole porqué habíamos terminado en primer lugar, lo que en este caso, es bueno para mí.<br /><br />Alejandro me mira y me dice “Ana otra vez me llamó” con cara de estar agotado.<br /><br />Y este momento es que le tengo que dar gracias a Ana, gracias por haberlo jorobado tanto cuando estaban juntos que él optó por terminar con ella y no dudó en empezar conmigo, gracias por seguir webiándolo tanto que él se aburre y prefiere mirarme a mí que no lo webeo, gracias por haber metido la pata con él, tanto que aprendió cómo no meterla conmigo, y gracias, en definitiva, por su actitud ahora, que le confirma que terminar fue una buena decisión.<br /><br />Gracias Ana. En serio.<br /><br />Chicas, no sean como ella. Al menos traten.<br /><br />Porque por cada Ana del mundo, jorobando al ex que ya reinició su vida, hay una Leonor besando sus labios y sonriendo, segura de que él no la va a dejar por ella.<br /><br /><em>Leonor</em></div>La Exhttp://www.blogger.com/profile/09187742538259768544noreply@blogger.com9tag:blogger.com,1999:blog-7544354603701524960.post-25206810857506777572010-04-26T10:00:00.001-04:002010-04-26T10:00:06.194-04:00Mudanza<div style="text-align: justify;">Crecer tiene cosas buenas, como ahora que me voy de casa y sé que por primera vez tendré mis propios espacios donde compartir con quien quiera, mis padres ya no me retarán por quedarme hasta las tantas de la madrugada pegada al PC, no tengo que dar explicaciones si quiero pasarme el domingo entero en pijamas... todas esas cosas con las que una fantasea de una casa (o departamento) para sí sola.<br /><br />Mejor cuando, como en mi caso, sabes que en un par de meses tu pareja (pierno, guatero con uña, como prefieran decirle) se te unirá y probarán si funciona o no eso de "vivir juntos", "vivir en el pecado" como dice una amiga para provocarnos risas...<br /><br />Y así me he pasado las últimas semanas: haciendo cajas cada vez que tengo un rato libre, sorprendida de los cachureos que pueden acumularse en unos pocos años. Pero lejos, más allá de no saber qué hacer con las cosas inútiles pero con valor sentimental (Ejemplo: la figurita que me trajo X persona de algún viaje...), lo que más complicada me tiene son las cosas de mis Exs:<br /><br />Un chaleco que alguno me prestó para capear el frío una romántica noche de otoño.<br />Los apuntes para una prueba que otro me pasó a condición de que se los devolviera.<br />El viejo celular que alguno me regaló cuando perdí el mío y decidió pasarme el que no usaba.<br />Una copia de su trabajo final, empastado, para guiarme en un ramo que me faltaba pasar.<br />Los materiales para un trabajo práctico que nunca le devolví.<br />Un peluche que tenía en su cama y que me rapté con permiso de mi ex.<br />Un álbum de fotos.<br />Una taza que trajo para él. (Y debe haber una que yo llevé a su casa...)<br />Documentos vencidos que guardaba para tener una foto suya en mi billetera.<br /><br />Si sé. Soy cachurera... y eso que la mayoría de las cosas las boté y/o quemé cuando terminé con cada uno de ellos en una especie de ritual de exorcismo. Si esas cosas se quedaron fue exactamente por lo mismo que me acomplejan ahora: no sé qué hacer con ellas, porque romperlas o botarlas sería un insulto, una falta de respeto, ya que son cosas que no me pertenecen sólo a mí.<br /><br />Por eso las guardé todas juntas en una caja en el rincón más profundo y oscuro de mi closet, y supongo que agradezco que al final me haya olvidado de su existencia que me torturó tantos años atrás.<br /><br />Doble dilema: El lío es que con estos personajes terminamos hace tantos años que a algunos no tengo cómo ubicarlos, y a otros ya me imagino la cara que pondrán cuando los llame para decirles que pasen a buscar sus cosas, que me estorban en mi nuevo hogar... Claro, si es que primero logro acordarme del número telefónico de esos energúmenos.<br /><br />Y bueno, las guardaría, pero ¿cómo le explicas al actual hombre de tu vida que tengas una licencia de conducir de un tipo del que ha escuchado pestes solamente? De ninguna forma. A mí no me gustaría que llegara a casa con una caja llena de cachivaches de sus exs. Casa nueva, vida nueva, dicen con razón. Si hasta la ropa que le regalaron le he dicho que ya está vieja y sólo serviría para trapo.<br /></div><br />Supongo que debe ser una señal divina, de que llegó la hora de ponerle punto final a lo que fue, y claramente ya no es.<br /><br /><span style="font-style: italic; font-weight: bold;">Señorita Gruñona</span>La Exhttp://www.blogger.com/profile/09187742538259768544noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-7544354603701524960.post-62624275203819491992010-04-23T10:36:00.000-04:002010-04-23T10:37:48.646-04:00Libertad<div style="text-align: justify;">El día en que olvidé tu cumpleaños supe que por fin había terminado de dejarte atrás. A pesar del paso de los años desde que terminamos, siempre recordaba esa fecha, al igual que la de nuestro aniversario. No necesariamente la recordaba con tristeza ni con nostalgia, pero la recordaba. Hasta que un día no sé por qué pensé en ti y me di cuenta que tu cumpleaños había pasado hacía varias semanas y yo no lo recordé. Me sentí un poco mal, porque tu siempre recuerdas el mío y me envías al menos una señal de humo para hacérmelo saber. Pero por otro lado, no pude evitar sentir gran alivio: por fin me liberé de ti.<br /><br />Quizás no lo sepas pero siempre has sido ese ex para mí. Aquél con quien inevitablemente comparé a cada nuevo prospecto que apareciera en el horizonte. Aquél con quien más tiempo pasé, con quien más veces terminé y volví, con quien más planes hice, de quien más me decepcioné y también a quien más he decepcionado. Hace años que no pienso en ti románticamente, pero tu fantasma tampoco me abandonaba por completo. Muchas veces me pregunté si algún día volvería a tener una relación como la que tuve contigo, en la que todos los sueños estaban permitidos, en la que realmente parecía factible forjar un futuro al lado de alguien. Y la pregunta ni siquiera tenía relación directa contigo, sino más bien conmigo. Con mi incapacidad de olvidar. Mi incapacidad de dejar atrás. Ese afán perverso de constantemente mirar hacia el pasado y hacerme preguntas.<br /><br />Por fin ocurrió. Por fin sé que soy otra. Porque aunque hace años que borré tu número telefónico de mi memoria del celular, nunca pude olvidarlo. Y ahora, aunque lo intente, no lo recuerdo. Y es algo tan simple como eso, pequeñas cosas que se te olvidan. Pero es tan grande como eso para quienes somos esclavos de la memoria. Al liberarnos de los últimos recuerdos que quedaban y no parecían querer desaparecer, a pesar del paso del tiempo, sabemos que hemos dado un paso importante.<br /><br />Recordar esas cosas no significaba mucho tampoco. Sólo que la memoria es testaruda y hay números, fechas, asociados a rostros, momentos, de los que no se quiere desligar. No significaba que aún sintiera algo por ti, pero era como un ruido molesto en el fondo de una habitación, como la estática de la televisión, pero en un volumen muy bajo, que sólo tú escuchas, sólo tú eres consciente que está ahí y hasta tú de vez en cuando puedes ignorarlo, pero a veces le vuelves a prestar atención, a ese zumbido. Y el zumbido se apagó. Soy libre.<br /><br /><span style="font-style: italic;">Faye</span><br /></div>La Exhttp://www.blogger.com/profile/09187742538259768544noreply@blogger.com8tag:blogger.com,1999:blog-7544354603701524960.post-56462180425335060682010-04-13T12:50:00.003-04:002010-04-13T12:57:00.169-04:00Maldito Internet, maldito celular<div style="text-align: justify;">Levante la mano, pero poquito pa’ que no se note mucho, quien le ha revisado al pololo o al ex, en algún momento de su vida que pareció pertinente, el Facebook, el celular, el mail, el Twitter, el PC, o la wea que sea.<br /><br />Uy, somos varias.<br /><br />Ahora levante la mano quién se sabe de memoria las claves del macho en cuestión, entiéndase claves de mail, del cel, cel blackberry, de facebook, del cajero, qué se yo, cualquiera.<br /><br />Ahora cuéntenme, ¿cómo llegaron a esa información? ¿fueron regaladas con esa confianza, es decir, el pololo les dijo amor esta es mi clave? ¿o por motivos circunstanciales? Es decir, él estaba cagando en el baño y no podía perder esa llamada les pidió “<span style="font-style: italic;">mi vida, contéstame el cel, la clave es tanto</span>” o “<span style="font-style: italic;">métete a mi mail por fa y dime si me mandaron el mail del nuevo trabajo al que estoy postulando</span>”? O ¿fue un proceso de seguimiento? ¿de mirar bien cómo movía los dedos cuando digitaba las claves sobre el teclado, de poner alguna wea en el PC de esas que recuerdan los sitios donde se navegó o un manejo de informática más allá de los común que permitió hackear alguna cosa?<br /><br />Ay, cuidado.<br /><br />Meterse en eso es complejo.<br /><br />Debería calificar de droga dura y ser ilegal (aunque capaz que eso lo hiciera más apetecible), por uno empieza, inocentemente, y no sabe donde para.<br /><br />Yo a toda costa lo evito.<br /><br />Cuando suena el cel de Ale se lo paso, amor, te está sonando el celu, contesta. Ni siquiera miro quién lo está llamando (eso no quita que después de sapa le pregunte y me entere igual).<br /><br />Les cuento porqué.<br /><br />Cuando todavía tenía los ojos vendados con amor e inmadurez y estaba en la época dura prequiebre de mi relación con José una vez, una sola, le revisé el celular.<br /><br />¡Qué feo, Leonor, deberías quemarte en el infierno por semejante pecado! Lo sé, pero la curiosidad y la certeza de que el muy mal parido me estaba gorreando en mi cara con una amiga suya y conocida mía que buscaba incansablemente un padre para su hija pudo más.<br /><br />Recuerdo que estábamos tirados en la cama viendo tele, sin pelear, y yo estaba disfrutando a concho ese momento que tanto se parecía a la época en que estábamos bien, cuando la naturaleza llamó y el fue al baño. Acto seguido, en el minuto es que escucho el pestillo en la puerta, le llega un mensaje.<br /><br />El Nokia brillaba seductor sobre la mesa.<br /><br />"<span style="font-style: italic;">Leoonooooor, veeeen" </span>me decía el aparatejo de mierda.<br /><br />Lo ignoré, pero sonó de nuevo.<br /><br />Dos mensajes al hilo.<br /><br />Wow.<br /><br />José seguía en el baño. Y a riesgo de que me pillara y me pegara con el mismo teléfono lo tomé con mis manos temblorosas y apreté el maldito botón del medio.<br /><br />“<span style="font-style: italic;">Necesito urgente hablar contigo, de verdad, me siento solita, nos vemos más tarde, tu pequeña</span>” Por supuesto estoy parafraseando, el SMS pero era una cosa así. El segundo era una versión un poco más intensa del primero: “<span style="font-style: italic;">La niña sigue media enferma, me acompañas al médico? Por favor, no quiero hacer esto sola, un beso, tu pequeña</span>”<br /><br />Ay, no.<br /><br />Este conchadesumadre (perdonen mi francés) se está pisando a esa weoncita de mierda que quedó preñada por no saber contar los días en que tenía que empezar a tomarse la dichosa pastilla. Hijo de puta. Desgraciado. Etc. Etc.<br /><br />Me quedé plop.<br /><br />Debo reconocer que lo más me calentó fue que la mina firmara como “<span style="font-style: italic;">tu pequeña</span>” cuando hasta ese momento oficialmente la fucking pequeña de ese troglodita mal parido era yo.<br /><br />Hijo de puta.<br /><br />Debí haber puesto el hervidor pa’ tirarle agua en las partes nobles apenas saliera del baño. Por maricón.<br /><br />“<span style="font-style: italic;">¿Y ahora qué mierda hago?</span>” pensé. Lo primero era borrar los mensajes para que no se diera cuenta de los había leído. Lo segundo dejar el teléfono donde estaba, meterme en la cama de nuevo, ver tele, hacer la boluda, y tratar de que mi cara tuviera el mismo color de siempre.<br /><br />Me temblaban las manos, pero ahora de rabia.<br /><br />José volvió, y como en esa época ya estábamos teniendo problemas ni me miró y se acostó al lado, haciéndome cariño en el pelo, el muy infeliz.<br /><br />Yo trataba de adivinar cuándo y dónde se habrían acostado, cuándo había empezado el tema, y mil cosas más.<br /><br />Y lo más charcha era no decir nada, porque si decía cualquier cosa él se iba escudar en el tema de que yo había violado su consagrada privacidad. Son muy cara e’ raja.<br /><br />Al final, como tantas otras veces, me guardé la mierda.<br /><br />Discusiones y gritos más tarde me entero, supuestamente, de que nunca pasó nada entre ellos, cosa que a estas alturas del partido medio me da lo mismo, pero ese no es el tema.<br /><br />El tema es mi cara, el apretón en mi guata cuando leo aquello.<br /><br />Mi stress, mi mente dando vueltas, pensando, cuestionándose, qué hice mal yo, qué mierda pasó.<br />Después de que terminamos la tortura continuó vía facebook. Era una maldita adicción.<br /><br />Internet se convirtió en un sitio hostil donde cada página me recordaba a esta excusa de ser humano, cada vez que abría la wea me quedaba mirando como weona su pinche muro, esperando que alguna peuca le pusiera alguna wea, viendo como se cambiaba el estado, como sus amigos lo apoyaban, como se ponía “soltero” y las amigas que siempre me odiaron ponían “me gusta”, como de pronto todo el mundo lo invitaba a salir.<br /><br />Qué wea más terrible.<br /><br />Finalmente lo borré.<br /><br />Pero el cuento no terminó ahí, oh no, porque una amiga mía lo tenía en Facebook también, entonces ella me ponía al día, me dejaba meterme con su clave pa revisar el muro de él, para enterarme de todo lo que él publicara para que todos vieran.<br /><br />Y por favor basta, basta con la psicosis, basta con la pendejada, basta, basta, basta.<br /><br />Eventualmente a punta de cigarros y fuerza de voluntad corté con la wea.<br /><br />Y nunca más lo quiero retomar.<br /><br />Ahora no me sé ninguna clave de Ale (de todos modos nunca me supe las de José), me autoimpuse una barrera de fuerza alrededor de sus bolsillos, su billetera, su PC, su teléfono y todas sus weas.<br /><br />Confío en él, en serio, podría las manos al fuego porque Ale no me engañaría ni cosa por el estilo, pero no quiero nunca más pasarme rollos por un SMS que puede ser cierto y justificar mi pelá de cable o puede no serlo y solamente dañar lo que hay de bueno.<br /><br />Meterse en esas cosas del pololo hace mal. Moral aparte, hace muy mal. Porque una se envicia, no puede vivir tranquila, no duerme anda pendiente, se pasa rollos, inventa weas, puede que le achunte, puede que no, pero ¿vale la pena pensar tanta wea junta?<br /><br />Es como echarse mierda con ventilador, pero a una misma, sin ayuda de nadie.<br /><br />No, no más.<br /><br />A veces, la gran mayoría, la ignorancia es bendita.<br /><br /><span style="font-style: italic; font-weight: bold;">Leonor</span><br /></div>La Exhttp://www.blogger.com/profile/09187742538259768544noreply@blogger.com5tag:blogger.com,1999:blog-7544354603701524960.post-5340688046092169912010-04-08T22:36:00.001-04:002010-04-08T22:36:00.708-04:00¿La Santa?<p style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify; font-style: italic;">Queridos lectores, tenemos el placer de dejar con ustedes una nueva colaboración de <span style="font-weight: bold;">Gaviota</span>, cuya primera parte podrán revisar <a href="http://soylaex.blogspot.com/2010/03/el-perro-arrepentido.html">aquí</a>. <br /></p><p style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify; font-style: italic;">Les recordamos que pueden enviarnos sus historias al correo soy.la.ex@gmail.com, esperamos que disfruten de esta nueva colaboración tanto como Las Exs.</p><p style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><br /></p><p style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">_________<br /></p><p style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><br /></p><p style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">Como ya les conté, Difunto, llama y llama, busca y busca… y al parecer tiene nervios de acero por que no se cansa…y yo tampoco por que no pienso dar mi brazo a torcer…</p><div style="text-align: justify;"> </div><p style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">Menos ahora, que partí bien el 2010, soltera y regia… así que ni loca dejo mi soltería en este momento… eso no significa que no puedo tener a alguien que me trate con cariño… ahí entra “Dulcito”, es un lolito que conocí hace más de dos meses, es dos años menor que yo…un encanto realmente.</p><div style="text-align: justify;"> </div><p style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">En la primera cita, que no fue nada romántico (una salida después del trabajo a almorzar), tuve que elegir: o me demuestro tal como soy, media locateli y bruja empedernida, o como una pobre niña a la que le destrozaron el corazón y que no está lista para una relación… Elegí la 2º opción, la “santa”.</p><div style="text-align: justify;"> </div><p style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">Le expliqué que tuve una relación larga, la cual me dejo muy dañada, que él ha sido el único hombre en mi vida, que no estoy acostumbrada a salir, recién ahora estoy aprendiendo como son los hombres, no confío en nadie por miedo a que me dañen…y todas esas cosas que hacemos para hacernos las niñas buenas.</p><div style="text-align: justify;"> </div><p style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">La cosa es que Dulcito al parecer es igual a todos los hombres, le gustan las santurronas, por que anda como perrito faldero detrás mío… Y para qué vamos a andar con cosas, cuando te hacen daño, lo único que quieres después es hacerle daño a alguien, así que ésta es la mía.</p><div style="text-align: justify;"> </div><p style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">El problema es que de verdad Dulcito... es muy dulce, es tierno, preocupado, no de la forma “¡Quiero algo contigo y si no me lo das altiro no te pesco más!…” hemos salido un montón de veces, de las cuales ni un besito se ha llevado… siempre como que quiere pero yo le doy un fuerte abrazo y le digo que me encanta estar con él , que es muy lindo….</p><div style="text-align: justify;"> </div><p style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">El problema radica en que es demasiado tierno como para hacerle todo lo que tengo planeado, y menos después de que me confesara que no ha conocido mujer (qué???? a sus 21 años no ha conocido mujer aún??)</p><div style="text-align: justify;"> </div><p style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">Entonces tengo dos opciones, o me sigo haciendo la santa y termino haciendo que Dulcito termine completamente enamorado (o por lo menos que crea que lo está) - cosa que estoy segura que va a pasar por que ya me dice que me quiere - y crear un monstruo que destruirá mujeres años más tarde; o de verdad abro mi corazón, que obviamente tengo cerrado hace casi 7 meses….</p><div style="text-align: justify;"> </div><p style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">El problema es que ya le mentí sobre mi forma de ser, ¿Cómo se hace para demostrarse bruja, sicópata y maniática compulsiva de un momento para otro, sin que piense que pelé el cable?</p><div style="text-align: justify;"> </div><p style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><br /></p><p style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify; font-style: italic; font-weight: bold;">Gaviota.</p>La Exhttp://www.blogger.com/profile/09187742538259768544noreply@blogger.com6tag:blogger.com,1999:blog-7544354603701524960.post-20991054242147250602010-04-05T21:10:00.001-04:002010-04-05T21:13:36.206-04:00Ser la Otra<div style="text-align: justify;"><span style="font-style: italic;">Una nueva colaboración de una de nuestras lectoras: La Otra</span><br /><br />Hay varias formas de ser ex, pero la más terrible de todas es ser “la otra” (si, bien colombomexivenezolano, para que se entienda).<br /><br />Señoritas, no nos veamos la suerte entre súper heroínas ni nos pisemos la capa entre gitanas: Las que quisimos ese tipo de relación sabíamos perfectamente donde nos metíamos, en que “zapato chino/camisa de once varas”. Si fue por el amor a lo prohibido, el riesgo, adrenalina, aburrimiento… sabíamos.<br /><br />El drama de ser “la otra” es que en el minuto final no puedes desahogarte.<br /><br />No puedes decirle a nadie por qué lloras, o el porqué de los ojos rojos (la típica infección ocular), pero lo peor de lo peor es no poder llamar, no poder hablar, no poder pelear ni reclamar porque “la oficial” puede dejar la grande y tú obviamente quedas de fáci... marac… put… perr… mala persona.<br /><br />No me justifico. Sé que a nadie le gusta que su mino la engañe, ni a mí, pero cuando las oportunidades se dan y las ansias son demasiadas, es absolutamente humano hacerlo. Es ser pésima mina, no tener sentimientos, no tener conciencia o solidaridad de género o mil pavadas más, pero yo creo que es peor enamorarte de alguien que sólo encamarte con él o encamarte mucho con él.<br /><br />¿Cuál es la forma de dejar la relación tóxica?<br /><br />Peleando. Sí, peleando. Contigo y con el mundo. Comprar un <span style="font-style: italic;">punshing ball </span>de boxeo y darle duro, porque lo que prima es la rabia de ser tan estúpida de fijarte en un mino con novia/mina/polola o el peor caso espossssaaaa.<br /><br />Exorcizar su olor, la huella de sus manos y todo lo que te lo pueda recordar.<br /><br />Nunca pedí paz después del “ÉL”, sólo quería recuperar la calma y quedarme con las miles de cosas buenas que vivimos. Y lo logré.<br /><br />Y si me preguntan, pretendo seguir durante toda mi vida a Wilde “<span style="font-style: italic;">La mejor manera de librarse de una tentación es caer en ella</span>”.<br /></div>La Exhttp://www.blogger.com/profile/09187742538259768544noreply@blogger.com5tag:blogger.com,1999:blog-7544354603701524960.post-43806518157510299472010-03-14T10:49:00.005-03:002010-03-14T10:49:00.384-03:00El Perro Arrepentido<em>Querido público, tenemos el agrado de dejar con ustedes una nueva colaboración de una Ex que quiso compartir con nosotras su historia. Esperamos que ustedes la disfruten tanto como nosotras, y dejen sus comentarios para nuestra querida Gaviota. </em><br /><em>Y recuerden que siempre podrán enviarnos sus historias a </em><a href="mailto:soy.la.ex@gmail.com"><em>soy.la.ex@gmail.com</em></a><br /><br />________<br /><br />Mis estimadas, acabo de ingresar a este mundillo y espero que cada cosa escrita sea entretenida para todas y refleje de cierta manera las vivencias de muchas.<br /><br />No puedo dar mi nombre real por que tengo amigas que siguen fielmente el blog y la verdad es que no quiero que mi fachada de niña “ya está superado” se desplome y me digan “te lo dije”.<br /><br />Pues bien, estuve poco más de un año con el señor “Difunto”. Cuando nos conocimos (en un lugar de dispersión juvenil llamado discotheque) no me gusto para nada: era el típico mino feo, medio nerd, y mal vestido. Yo, para mi desgracia, soy la típica mina que les gustan, la más o menos bonita (para no tirarme muchas flores), inalcanzable para ellos, etc… pues bueno, después de más de una hora molestando accedí a bailar con el susodicho, y como el lolo era simpático, seguimos viéndonos.<br /><br />La cosa, para resumir un poco, es que nos pusimos a pololear. Al principio todo era lindo: me llamaba por horas todas las noches y teníamos tema para conversar de todo, para qué hablar de las salidas, todo era bueno…y ya acercándose el primer aniversario, el lolo como que me guateó.<br /><br />Según él, que yo lo absorbía mucho!!! ¿Cómo?, “pero si no tengo ni tiempo para mí con la pega y los estudios!!!” Kuek…Terminamos, luego volvimos y, como dos meses después… Plop!!! El lolo estaba de nuevo confundido!!: Que una chica de la que él estuvo enamorado lo buscó y cómo iba a quedarse ahí sin saber qué podía pasar si se la juega por ella… y yo con el corazón destrozado, sabiendo que el mino más feo del planeta me dejará por una mina más fea que él…<br /><br />El ego, el autoestima, por el suelo.. y lo peor de todo es que él me dejo… siempre pensé que sería yo!!!! En fin….Han pasado 6 meses del fatídico suceso, del que aún no me recupero del todo, y zas!! En diciembre “Difunto” me llamó, después de una serie de llamadas mías que le dejaba perdidas, y mensajes que le mandé equivocadamente a su celular y que siempre respondía de mala gana para decir que no era mi amiga a la que estaba buscando en un estado medio etílico…<br /><br />"Difunto" me llamó con la excusa de querer saber cómo había terminado el año, si había terminado la carrera y si había encontrado práctica laboral, muy en buena onda….”Oye pero hay tanto que contarse, podríamos juntarnos a comer sushi, acuérdate que te la debo”…”Pucha, lo siento, ando súper ocupada, pero para la otra”… Nada de ex civilizada, no va conmigo.<br /><br />Han pasado dos meses desde entonces y ahora el lolo apareció con regalos... “buenos regalos”, los cuales le tire por el rostro, por orgullo… llamadas, correos…Accedí a reunirme con él para conversar, decirle que me tenía que conquistar de nuevo y que me diera tiempo… pero después me arrepentí… Y ahora llama y llama!!! Cómo no entiende que si no contesto es por que no quiero hablarle!!.<br /><br />Opté por cambiar el celular, pero como era una relación seria tiene el número de mi casa, y llama y corta cuando contesta otra persona… Ahora me pregunto, ¿por qué siempre vuelven como perros arrepentidos, diciéndote que te aman, que te quieren?... Todo lo que quisiste escuchar durante el pololeo, pero de lo que se dan cuenta después, probablemente cuando la otra Yegua no los pescó, y ya no es admirable ese algo que pudiste conseguir de esa relación…<br /><br />Kuek… pa' el “Difunto”, y para todos los perros arrepentidos que existen…<br /><br /><em>Gaviota</em>La Exhttp://www.blogger.com/profile/09187742538259768544noreply@blogger.com11tag:blogger.com,1999:blog-7544354603701524960.post-26334137465382849792010-03-11T10:50:00.002-03:002010-03-11T10:50:00.071-03:00Ódiame, por piedad...<span style="font-style: italic;">Amig@s de nuestro blog, retomando las colaboraciones que llegan a nuestro correo, les tenemos esta joyita para que lean, disfruten y comenten. Un saludo cariñoso de su Ex favorita.</span><br /><br /><br />___<br /><br /><div style="text-align: justify;"> Cada cierto tiempo llegan amigas mías a contarme de sus rupturas. Aparecen todas acongojadas contándome sobre su experiencia con el saco de weas de turno. Ya saben, el inmaduro emocional, el que las pateó porque estaba "confundido", el que terminó con ellas para encontrarse a sí mismo y resultó que en un par de semanas (o menos) estaba con otra.<br /><br /> Siempre las escucho con paciencia y trato de entenderlas. Pero una parte en el fondo de mi cerebro no puede evitar verse reflejada, más que con mis amigas, con sus exs. Esa soy yo: la saco de weas que nadie quiere tener como ex.<br /><br /> Quizás muchas féminas que lean esto querrán apedrearme ahora. Me dirán cosas como "deberías pensar en el daño que haces" o "ojalá algún día alguien te haga lo mismo a ti para que sepas lo que se siente". Creánme, no es necesario. Sí pienso en el daño que hago, y sí tengo empatía por lo que sufre el otro. Y sin embargo, pareciera que no lo puedo evitar. Me prometo no tener otra relación hasta haber madurado un poco más, pero conozco a alguien, me embalo, creo que todo será diferente y antes de darme cuenta qué pasó estoy terminando porque estoy confundida y creo que necesito tiempo para estar sola. De todos modos, cuando lo he dicho realmente he sentido que es cierto. No sé si eso empeora o mejora el asunto.<br /><br /> No crean que no siento culpas o no me siento mal por esto. Durnte mi adolescencia yo también estuve en el lugar de mis amigas y me metí con el saco de weas de turno, a quien maldije y pensé "me pregunto que se sentirá estar del otro lado, del lado del que hiere y no del que es herido". Cuidado con lo que deseas, dicen. Me pasó. Y les cuento que no es agradable.<br /><br /> No es bonito ser odiada. Tampoco sicopateada porque dejaste marcando ocupado a algún pobre desgraciado que realmente se ilusionó contigo cuando tú no lo hiciste, y que pasó mucho tiempo llamándote post ruptura para que se juntaran o pidiéndote explicaciones sobre por qué terminaste. Lo peor es que a veces ni tú conoces bien la respuesta. Simplemente despertaste un día y sentiste que ya no podías seguir. A veces ocurre que después de eso te arrepentiste y hasta volviste con el susodicho, y otras nunca te arrepientes ni miras para atrás.<br /><br />Terminar fue una buena decisión. Sólo que él no está de acuerdo.<br /><br /> Sé que me han odiado, me consta. Han hablado con amigas en común tratando de encontrar explicaciones a mis acciones, porque el "ya no te amo" no les bastó y pensaron que debía ocurrir algo más. He leído cosas de mí que han escrito en internet o escuchado o me han contado algo que han dicho. Una vez me tocó la teoría de uno sobre que le puse el gorro y lo usé. ¿Mi versión? No sólo no le puse el gorro, sino que cuando lo conocí realmente creí que con él podía funcionar algo serio. Pero yo estaba muy confundida en ese tiempo y no debí empezar con él tan pronto después de haber terminado mi relación anterior. No alcanzamos a durar ni un mes.<br /><br /> Así soy yo, cometo errores por dejarme llevar y no pensar bien en las consecuencias de mis actos. En el fondo, soy una pendeja. Soy inmadura emocionalmente y cada vez que me propongo estar sola un buen tiempo para no meterme en más cachos, la fuerza de voluntad me dura menos que la de mujer a dieta. Conozco a alguien, vuelvo a pensar que todo será diferente, que yo ahora soy diferente, y la vuelvo a embarrar.<br /> <br />Gracias a ciertas declaraciones de odio que he recibido, sólo me falta saber de algún ex borracho cantando en algún carrete "Maraca Conchetumadre" de los Picantes y dedicándomela, pidiéndome que me "meta por la raja mi falso amor" (perdonen el poco delicado lenguaje).<br /><br /> Ahora, no deja de sorprenderme la conducta del "otro lado de la historia", de estos hombres que caen.<br /><br />A más de alguno yo le advertí que estoy cagada del mate, que tengo issues y no son menores, figura paterna ausente, familia disfuncional, ustedes nómbrenlo. Y lo advierto siempre al inicio, para que sepan bien cómo soy antes de meterse conmigo. También les cuento de mis exs y cómo han terminado las cosas. Nuevamente, para que sepan con quién se están metiendo. Y aún así, se arriesgan. Deben creer que ellos me van a poder cambiar. Que he sido así netamente porque no he encontrado a la persona indicada, al hombre que me dome, cual Fierecilla Domada. Qué sé yo.<br /><br />O en una de ésas, simplemente les gustan las "maracas conchetumadres" del mundo. Quizás sean la versión masculina de la mujer a la que le gusta sufrir por amor. Y yo, la siempre dispuesta victimaria que los ayudará a hacerlo,<br /></div> <br /><span style="font-style: italic;"> Maraca Conchetumadre</span>La Exhttp://www.blogger.com/profile/09187742538259768544noreply@blogger.com8tag:blogger.com,1999:blog-7544354603701524960.post-47407107479176246752010-03-08T10:46:00.003-03:002010-03-08T10:46:00.296-03:00Igual que quinceañera<div style="text-align: justify;">Venía saliendo de la peor de mis pateaduras, con severos riesgos de recaer, luchaba por que cada día fuera un triunfo de mi nueva soltería, y no un paso de vuelta a los brazos de los que había huído despavorida... pero a veces era más fuerte que yo y me veía nuevamente buscando que él diera el primer paso, que me hiciera ver que yo estaba equivocada y que nuestra vida juntos podía volver a encaramarse sobre un arco iris, que... que...<br /><br />Lo que más detestaba era pensar que probablemente no encontraría un “chico tan bueno” como mi Ex. Ninguno estaba a su altura. Su maldita altura.<br /><br />Bueno, en esas estaba cuando llegó él, quien sin saberlo se volvió de pronto en mi nuevo caballito de batalla contra el recuerdo del Ex. Era perfecto, un chico tan o más bueno, alegre, amable, inteligente, atractivo... y lo mejor de todo: era un nuevo motivo para alejarme de los recuerdos de mi Ex y sus brazos dispuestos a demostrarme que me había equivocado y que no había nadie mejor que él en esta vida, nadie me trataría mejor y que de una buena vez por todas me conformara.<br /><br />Pero había un problema: Él no tenía idea de mi existencia. O más bien sí, pero de una forma bien remota... una de las tantas chicas que conoció trabajando y, probablemente, una de las tantas grupies que lo seguían idiotamente para todos lados. Probablemente no una de las más curvilíneas, así que tenía la pista pesada. Él era un chico popular.<br /><br />Pero eso no me desalentó, ya el sólo hecho de pensar en algo diferente a mi relación anterior era algo positivo así que, según yo, entré a la competencia.<br /><br />En un inicio hice cosas torpes, como agregarlo a MSN para tratar de conversar y conocerlo mejor, pero poco a poco mi supuesta “conquista” pasó a un segundo plano y pasé de a salir 'coincidentemente' a sus lugares favoritos, a volver a bailar tras años encerrada en ver tele en “tu casa o la mía”, recobré la personalidad para contestar las tallas pesadas y para subir al columpio al resto, me volví proactiva, y con el tiempo empecé a sonreír más a menudo, a veces cuando recordaba la vez que pude hablar con él y recordó mi nombre y a veces porque sí, simplemente por mí, hasta que de pronto me olvidé incluso de él, mi motivo inicial para todo.<br /><br />Luego me di cuenta de que más allá de un par de cosas como “me gustan los fideos con salsa” no teníamos mucho en común, que seguía siendo una desconocida y que el pobre estaba chato de sus grupies, que mis chances con él eran remotas y que toda mi fantasía respecto a él estaba mejor en ese estatus: un amor platónico fantasioso del que él nunca se enteró.<br /><br />Pero, infantil y todo, esa fantasía me ayudó a superar en un par de meses lo que pudo haber durado años, y siempre recordaré con cariño lo que sin saber hiciste por mí.<br /><br />La primera vez que me miraste a los ojos y sentí que el piso se derretía a mi alrededor.<br /><br />La primera vez que me tocaste o rozaste y pude sentir un shock eléctrico recorriendo todo mi ser.<br /><br />La primera vez que sentí que me mirabas a escondidas y sonreí para mis adentros como una capitana victoriosa.<br /><br />La primera conversación que tuvimos por MSN, contigo confundido por la milésima extraña que te agregaba inexplicablemente.<br /><br />La vez que estuviste a punto de pedirme que bailara contigo, pero alguien te lo impidió.<br /><br />La vez que me hablaste por mi nombre.<br /><br /><br />Nunca supe si mi interés era recíproco, no sé si hubiese resultado, pero simplemente hoy, sólo te quiero agradecer por existir.<br /><br />Porque, admitámoslo, hay personas que con sólo admirarlas ya le hacen un bien a la humanidad :D<br /><br /><br /><span style="font-style: italic;">Liss</span></div>La Exhttp://www.blogger.com/profile/09187742538259768544noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-7544354603701524960.post-69941422911001728702010-02-02T08:15:00.001-03:002010-02-02T08:20:35.538-03:00La pregunta<div style="text-align: justify;"><span style="font-weight: bold;">Antes de que comience esta maravillosa entrada, queremos pedir las más sinceras disculpas por no estar actualizando tan seguido como quisieran. Algunas Exs están de vacaciones, otras a full con el laburo y se ha hecho bien complicado coordinar las actualizaciones. Pero Marzo se viene con varias y buenas sorpresas así que sigan sintonizándonos. ¡Gracias por su paciencia!</span><br /><br />Queridas mías, las invito a ponerse una mano en el corazón, a hacer memoria y contestar la siguiente pregunta: <span style="font-style: italic;">Nosotras, al empezar una relación, siempre sabemos más o menos cuánto va a terminar, ¿no?</span> No me refiero a saber exactamente cuánto, pero siempre hay una idea.<br /><br />Esa sensación de “sí, yo tal vez llegaría a considerar casarme algún día con él” o “me estás webiando, ¿no?” se sobreviene después de unos pocos días, o incluso horas, y suele convertirse en una vocecita delicada que recuerda, cada cierto tiempo, que andar por la vida dando jugo o perdiendo el tiempo a veces no es muy bueno.<br /><br />Me explico, cuando empecé mi relación con José habían unas cien cosas de mí que él odiaba, por ejemplo, mis gritos, mi afán de confrontar a la gente, mi poca paciencia, mi puntualidad, mi obsesiva necesidad de coordinar qué se iba a hacer y dónde por lo menos el día antes, mis comentarios ácidos cuando sus amiguitas buscaban monedas en sus bolsillos, etc. Y cien cosas de él me molestaban a mí: la relación enfermiza con su padre, el odio parido hacia su hermana, la adoración sin límites hacia su madre, sus amigos abusadoras y excluyentes, su impuntualidad, su desorden, etc, etc.<br /><br />Visto en retrospectiva la relación estaba condenada al fracaso desde antes de empezar.<br /><br />Pero como yo soy bruta, y en ese momento pensé que había amor y que ese amor era mutuo, démosle, total, si se quiere se puede, cierto?<br /><br /><span style="font-weight: bold;">Mentira. </span><br /><br />En mi relación previa con Andrés, también me molestaban cosas, su incapacidad de enfrentar a sus padres era una, sus eternos juegos de niño chico, etc. Y supongo que habían cosas de mí que le molestaban, como por ejemplo el hecho de que yo no bailaba axé, pero no me lo dijo en el momento adecuado.<br /><br />Pienso, entonces, que son esos detallitos los que dan pistas de cómo se viene la mano.<br /><br />Si a eso le sumamos la percepción de los amigos, y de la familia, junto con otros eventos, como por ejemplo las ganas impulsivas de ver a algún viejo amigo, o el eterno suspiro cuando el muchacho te pide un favor, bueno, no es ningún misterio que la cosa se está apagando, y si no nos damos cuenta es porque no queremos darnos cuenta.<br /><br />Pienso, también, que el tema de la cama puede ser un indicador de que la cosa va bien, mal, o da para largo. La buena cama, la complicidad, el placer, el hecho de que después de den ganas de dormir, fumar, comer o querer empezar de nuevo son decidores, pero no definitivos.<br /><br />A veces uno se acuesta por amor, por bronca, por odio, por ocio, o por calentura, entonces al final este es solo un indicador de qué tanto nos gusta la cacha, y nada más.<br /><br />Pero sumando los distintos factores, yo creo que podemos saber, que podemos tener una idea, para que un desenlace (“no eres tú, soy yo”) u otro (“quieres vivir conmigo?”) no nos pillen tan en frío, ¿no creen?<br /><br /><span style="font-style: italic;">Leonor</span><br /></div>La Exhttp://www.blogger.com/profile/09187742538259768544noreply@blogger.com8tag:blogger.com,1999:blog-7544354603701524960.post-84964060143101122152010-01-19T11:54:00.004-03:002010-01-19T17:51:25.767-03:00Manual para retomar contacto con un ex buena tela<div style="text-align: justify;">Hay exes a los que no quieres ver, que te dañaron y te hicieron mal. Por mí, que se pudran en el infierno de la indiferencia. Que otra se quede con el cacho.<br /><br />Pero existen otros que no fueron malos y te dañaron igual. O, más que dañarte, se te incrustaron en la cabeza y el corazón como un jodido cáncer... Bueno, es casi lo mismo. Si este es tu caso y ansías ver de nuevo a ese hombre, ten en cuenta lo siguiente:<br /><br /></div><ol style="text-align: justify;"><li>Pregúntate: ¿qué tenía tu ex que te dejó tan pegada? Actitudes, algo de su físico, etc. <span style="font-weight: bold;">Algunas veces,</span> <span style="font-weight: bold;">quedarse pegada con una persona y afanarse en buscarla</span> <span style="font-weight: bold;">ocurre porque no creemos poder volver a sentir algo similar por alguien</span>, o que no habrá nadie como él en este mundo.<br /><br /></li><li>Revisa todo lo bueno que tuvo, lo que más te gustó y lo que más te hizo feliz. Aunque sea algo absurdo. Después, anota todo lo malo y lo que más te dañó.<br /><br /></li><li><br />a) Si la lista negra es más larga que la de virtudes, plantéate la situación. ¿Quieres volver con el socio? ¿Exigirle que te pida perdón de rodillas o hacerle daño? ¿Que te explique los porqués? ¿Probar si ha cambiado su forma de ser? Mira, el daño está hecho. El tipo jugó baby-fútbol con tu corazón y se fue. <span style="font-weight: bold;">Sacarás más en limpio si ves cuál fue tu 50% de responsabilidad en la relación en vez de quedarte pegada pensando en motivos que al otro ni siquiera le interesa revisar.</span><br /><br />b) Si la lista de virtudes es mayor, puede que lo hayas idealizado o que realmente fue un buen tipo. Para probar lo primero, muéstrale la lista a amigos o familiares que lo hayan conocido y pregúntales si era así como lo vieron. Si nadie lo conoció, vas a tener que sincerarte contigo misma y acordarte de que es un ser humano como todos antes de rehacer la lista.<br /><br />Si de verdad fue un buen tipo, ¡Bien! Como en el punto 3.a, revisa qué papel jugaste en la relación. Vamos, que <span style="font-weight: bold;">tú no eres la única víctima</span>. ¿Lo creíste perfecto y exigiste que lo fuera? ¿Le pediste más amor del que estaba dispuesto a dar? ¿Le impusiste que llamara más, escribiera más, invitara más? ¿Lo paqueaste? ¿Le armaste escenas de celos con gritos, llantos, vasos llenos voladores y espectadores includos? ¿Ignoraste sus quejas?<br /><br /></li><li>Ahora que tienes claro lo que hiciste, lo que hizo, lo que es, si crees que aún te estima y sigues queriendo verlo, imagina que estás ante un altar con el compadre vestido de frac al lado y responde sinceramente lo siguiente:<br /><br /><ul><li><span style="font-style: italic;">¿Aceptas a este compadre con sus defectos y virtudes, aunque esté casado y con hijos?<br /><br /></span></li><li><span style="font-style: italic;">¿Aceptas lo que él quiera y pueda ofrecerte, sin exigir más ni conformarte con menos, y sin darle vueltas al asunto después?<br /><br /></span></li><li><span style="font-style: italic;">¿Estás dispuesta a admitir que es imposible empezar desde cero?<br /><br /></span></li><li><span style="font-style: italic;">¿Serás feliz si él está bien consigo mismo o con su pareja, aunque no seas el motivo directo de su felicidad?</span></li></ul><br />Una respuesta honesta y afirmativa a todas y cada una de las preguntas es que realmente lo quieres como ser humano, así que tienes derecho a retomar el contacto si es lo que deseas. Ojo, <span style="font-weight: bold;">nada de forzar las cosas ni forzarse (ni forzar al pobre cristiano</span><span style="font-weight: bold;">)</span>.<br /><br />Si respondes honesta y negativamente a una o todas las preguntas... RTFM* cuantas veces sea necesario!!!<br /><br /></li><li>Esto se aplica para hombres, mujeres y parejas homosexuales.<br /><br /></li><li>Todos los puntos son cuestionables, la verdad absoluta es la relatividad de todas las verdades.<br /><br /></li><li>Las excepciones confirman la regla.</li></ol><div style="text-align: justify;"><br /><span style="font-style: italic;">MilDiez</span><br /><br />*= <span style="font-weight: bold;">R</span>ead <span style="font-weight: bold;">T</span>he <span style="font-weight: bold;">F</span>ucking <span style="font-weight: bold;">M</span>anual xD<br /></div>La Exhttp://www.blogger.com/profile/09187742538259768544noreply@blogger.com7tag:blogger.com,1999:blog-7544354603701524960.post-63425285444560319972010-01-11T07:50:00.001-03:002010-01-11T07:52:30.438-03:00La confusión NO existe<div style="text-align: justify;">Nadie está confundido por 6 meses. Es más, nadie está confundido por más de 5 minutos. Nadie no sabe lo que quiere. Siempre hay una parte de uno, aunque sea la caliente y animal, que apunta, literalmente, a lo que desea.<br /><br />Es un hecho inevitable de la vida.<br /><br />Entonces, ¿por qué la falta de bolas para decir las cosas?<br /><br />Uh, que feo que suena eso, pero parece que están de moda los hombres mudos selectivos. Y de verdad no lo entiendo. ¿Por qué piensan que un “estoy confundido, no sé, pero igual creo que te quiero” hace menos daño que un “no te amo, terminemos”?<br /><br />Este afán de generar falsas expectativas, de dejar que una se enrolle, ¿les alimenta el ego? ¿es eso? ¿o es que cuando no hay nada en la televisión tiene su gracia y su encanto ver cómo la mina a la que le prometieron el oro y el moro ahora llora de dolor, los mira con los ojos llenos de lágrimas afirmándose con uñas y dientes al borde del abismo por el cual no quiere caer pensando una tontera tan grande como que su amor es suficiente para los dos?<br /><br />Eso es una falta de respeto, por decirlo menos.<br /><br />Y no creo que exista justificación alguna.<br /><br />No faltan los que inventan tonteras del estilo “me preocupa lo que va a ser de ti sin mí”, como si una de verdad estuviera afirmada por el lado de afuera del balcón a lo Rose en Titanic, a punto de soltarse en el instante en que él se vire, porque claro, cómo es posible que siquiera intentemos vivir sin él.<br /><br />Impresiona la dualidad del tema: por un lado, son gallinas, porque no tienen las bolas para decir las cosas por su nombre, y por otro lado, literalmente se creen el tarro con más duraznos y está seguro de que moriremos si nos sueltan la mano.<br /><br />¿Cómo es posible que el tarro con más duraznos sea una nena de pecho que en vez de decir la verdad guarda silencio e incluso derrama un par de lágrimas con ojos de cocodrilo al ser encarado?<br /><br />Este afán de tirar las cosas por la tangente, de hacerse los ofendidos, de no decir la verdad, de esconder detrás de más gente, de disfrazarse con omisiones, y mentiras, ¿para qué?<br /><br />Pura cobardía.<br /><br />Increíble. Muchas mujeres son, somos, más hombres que la mayoría de ellos.<br /><br />Ahora, es cierto, es parte culpa nuestra por no soltar al primer indicio, por pensar que se les va a pasar la tontera, pero de modos, ¿es necesario darnos cuerda?<br /><br /><span style="font-style: italic;">Leonor</span></div>La Exhttp://www.blogger.com/profile/09187742538259768544noreply@blogger.com10tag:blogger.com,1999:blog-7544354603701524960.post-81738385684518335482010-01-08T00:39:00.001-03:002010-01-08T00:43:25.558-03:00Una visión positiva del Ex<div style="text-align: justify;"><span style="font-style: italic;">Querido público, hoy queremos compartir con ustedes la historia que nos ha enviado Civilizada, una fiel lectora de nuestro blog, para que lean y comenten. No olviden que pueden hacernos llegar sus escritos al correo soy.la.ex@gmail.com, ¡que tengan un buen día!</span><br /><br />Mis problemas con los ex no tienen que ver precisamente con el odio acérrimo o el juntar recuerditos o quemar en piras rituales las fotos.<br /><br />Mi asunto es que termino bien con ellos, civilizada, dulce y educadamente.<br /><br />Me remitiré al ultimo ex, llamémoslo Vicho.<br /><br />Con Vicho tuvimos una buena relación en su peak, decían que deberíamos casarnos, ponernos la roca, juntos hace años y todos esas frases clichés que hacen que se arruine todo, él no era romántico, es más bien frío, pero me pidió pololeo de rodillas en un lugar público (llámese Terminal de buses), pero como todo lo que sube tiene que bajar llegamos al punto donde éramos más amigos que pareja y me dijo las palabras fatales “No eres tú, soy yo”, como me dolió en ese instante, yo lo amaba, o sea le dije Te Amo, pero después de la distancia adecuada (un mes sin hablarnos) y el regalo adecuado (ese hombre si me conoce), hemos llegado al entendimiento, funcionamos como uno.<br /><br />Me explico, a pesar de no ser pareja somos realmente buenos amigos, nos apoyamos en nuestros proyectos, es capaz de llamarme y hablarme dos horas para convencerme de no hacer algo, adularme como el primer día, y yo estar ahí para escuchar sus rabietas con Nicolás (su jefe), saber que camisas se debe de comprar por que vienen con el color de sus ojos, asesorias varias, regalos que aún nos hacemos (mi ex suegri aún pregunta por mí, ja¡)<br /><br />Nos conocemos demasiado como para pasarlo por alto, somos importantes en nuestras vidas, creo que lo único que no conoce de mí es el blog. Y yo de él hasta sus historias oscuras, problemas con los viejos, odios varios etc.<br /><br />Los ex no deben ser satanizados, ojala todas tuvieran una buena relación con él, fue importante, dejo huella y es importante cerrar ciclos y reconciliarse con el pasado<br /></div>La Exhttp://www.blogger.com/profile/09187742538259768544noreply@blogger.com8tag:blogger.com,1999:blog-7544354603701524960.post-69806312402151273442010-01-05T10:01:00.002-03:002010-01-05T10:03:58.313-03:00Acta de Rendición<div style="text-align: justify;">Siempre me han llamado la atención las personas que después de una decepción amorosa se ponen en pie de guerra a todo lo que huela a romance. Que el amor no existe, que tener pareja es una pérdida de tiempo, que mejor dedicarse a follar y pasarlo bien sin querer consecuencias. Y sí, cada uno tiene derecho a hacer/pensar/creer lo que les siente mejor, pero ¿Really? ¿El amor <span style="font-style: italic;">no</span> existe? ¿Es una pérdida de tiempo? Give me a big fuckin break!!!<br /><br />Creo que desde que tengo uso de razón que soy una romántica incurable. Me gusta cenar a la luz de las velas, las mariposas en el estómago, que todo me recuerde a él. Mirarme al espejo e imaginar que hace sólo unos momentos mi piel no era mía y sonreír como si tuviese el mayor y más interesante de todos los secretos. Y porrazo tras porrazo, decepción tras decepción me decía que tanto dolor siempre valía la pena. Hasta ahora.<br /><br />Después de tocar fondo con el término de mi última relación y los continuos tropiezos con la misma piedra, mi romanticismo se fue al carajo. No porque ya no crea en el amor, sino porque dejé de creer en mí y en mi capacidad de entregarlo sin medida, de manera absoluta y total.<br /><br />Me miro al espejo y me siento incapaz de entregarme a alguien. Siento que la muralla que tan delicadamente y con tanto esfuerzo desarmé para Él, se rearmó en cuestión de suspiros y más fuerte y alta que nunca. Y me pregunto por primera vez y de verdad, si tanto esfuerzo vale la pena.<br /><br />Parte de mí dice que sí, que el amor siempre vale la pena. Que los esfuerzos y rabias y penas que vives son compensados con creces con cosas simples como una sonrisa sincera, un beso largo y un abrazo acogedor cuando el mundo parece querer comerte viva.<br /><br />Pero otra parte de mí, la mayoría en verdad, entró en pánico frente al posible escenario de tener que pasar por toda la pena, rabia y decepción post ruptura. Una tras otra, se van poniendo más difíciles, cada vez son más cosas las que están en juego y mi corazón simplemente se rindió. Se armó la fortaleza más inexpugnable posible y no quiere salir de ahí. Y, a ratos, yo tampoco.<br /><br /><span style="font-style: italic;">Juana La Loca</span><br /></div>La Exhttp://www.blogger.com/profile/09187742538259768544noreply@blogger.com4tag:blogger.com,1999:blog-7544354603701524960.post-91226354479689217732009-12-28T14:57:00.001-03:002009-12-28T15:00:50.753-03:00La flauta<div style="text-align: justify;">Como bien saben ustedes, queridos míos, mi relación previa terminó abruptamente (para mí, porque el muy desgraciado lo tenia pensado de hace meses, pero en su más profundo silencio) hace unos meses atrás.<br /><br />Sí, fue un momento difícil, pero después de tantas cosas difíciles que me han tocado vivir, esta cuestión, pasada la primera impresión tenía pinta de ser un chiste mal contado. El tema es que vi a mi ex una sola vez después de que terminamos, tuvimos un par de llamadas telefónicas, pero en definitiva lo borré de Facebook y también de mi vida, junto con buena parte de sus amigos, y todo bien.<br /><br />Excelente, de hecho.<br /><br />Pero (el eterno<span style="font-style: italic;"> pero</span>) nunca pasamos por el proceso de devolverse las cosas.<br /><br />Más que nada porque él trató de devolverme todas las mías cuando aún estábamos pololeando, cosa que no le acepté en su minuto porque lo encontré una mariconada de mala clase, y esa vez que nos vimos ninguno de los dos atinó a llevarlas. Y el tema quedó ahí.<br /><br />Y bueno, han pasado los días, y quiero mi flauta de vuelta. Preferentemente ahora.<br /><br />Entonces, pensando que un universitario de 26 años tiene cierto nivel de madurez, tal vez incluso superior al mío debido a la diferencia de los años, le mandé un mensaje al cel. Gasté $50 pesos enteros en mandarle el mensaje. Y le pedí que me dijera cuándo podía ir a buscar la flauta y mis libros a su casa.<br /><br />Y ¿pueden creer que no me contestó?<br /><br />Nada, ni pío.<br /><br />Bueno, otro mensaje, pero por Facebook porque no iba a seguir gastando plata.<br /><br />Y nada tampoco.<br /><br />Lo llamé. No me contestó. Le hablé por msn, le mandé un mail, le mandé el recado con la hermana, incluso llamé a su viejo que tampoco me contestó (ahí me di cuenta de donde aprendió lo roto), le pedí ayuda a un amigo en común pero nada.<br /><br />Parece que cuando terminamos este weon se quedó mudo y manco, porque no le daba ni siquiera para responder por texto.<br /><br />Pasó un mes así. Entonces se me prendió la ampolleta. Ah, pensé, él no me contesta porque cree que quiero verlo para convencerlo de que volvamos. Puede ser ¿no? Entonces le mandé otro mensaje que decía yo ni siquiera quería verlo, es más, que ojala que no nos viéramos porque nada estaba (y está) más lejos de mis intenciones que volver con él y todos sus atados, pero sí quería mis cosas de vuelta.<br /><br />Más silencio.<br /><br />Ahí ya me entré a calentar, porque hay un mínimo de protocolo social para este tipo de cosas. Esa wea de andar haciendo la desconocida en la calle me carga. Pero no importa, dentro de todo su actitud no me sorprendió.<br /><br />Resolví entonces pasar simplemente por su casa cuando pudiera y recoger mis cosas, con la esperanza de que me abrieran cuando fuera.<br /><br />Entremedio de todo esto, como también saben, me puse a pololear y bueno, el mundo es sumamente chico y de la nada llegó la hermana de mi ex preguntándome cómo estaba, entonces, como soy buena persona, cuando vi a mi ex en msn le dije, con harta delicadeza, que yo estaba con otra persona, y que solamente quería mis cosas de vuelta. Nada más.<br /><br />Y obvio, ahí menos me contestó.<br /><br />Pasaron los días, y de pronto aparece el perla diciéndome que me puede ir a dejar a las cosas a la casa, que le diga cuándo. Pero el problema es que nunca estoy en mi casa, cosa que él sabe. Le recordé lo obvio, es más fácil que yo vaya a su casa. Y la respuesta me impactó: “perfecto, te mando la flauta por correo, TNT lo más probable”.<br /><br />¿Qué onda la mala onda?<br /><br />No supe si reír, enojarme, o llorar.<br /><br />Al final me reí, le recordé que si él no me iba a encontrar en la casa el pobre desgraciado de TNT que fuera tampoco me iba a encontrar y más encima se iba a asustar con el tremendo perro que tenemos ahora.<br /><br />Y otra vez silencio.<br /><br />Me encantaría saber por qué.<br /><br />Cuando terminamos yo me retiré lo más digna que pude, sin show, sin escándalo, sin más llanto del necesario, sin injurias ni nada. No me metí a su correo ni le revisé las cosas ni nada, por lo que creo que no me merezco que se ponga tan arisco.<br /><br />Me pregunto qué hacen los hombres con las cosas de la ex cuando terminan.<br /><br />Porque nosotras primero tomamos el chaleco olvidado debajo de la cama que todavía tiene algo de su perfume y lo usamos para limpiarnos las lágrimas antes de pasar por los distintos estados del duelo y limpiarnos otra cosa con el elemento en cuestión. Eventualmente las cosas terminan en una bolsa dentro del closet, donde mis ojos no las vean, para que no entorpezcan el proceso de superación, y después se devuelven. O incluso se botan. Así de simple.<br /><br />Pero si el ex llama porque las quiere de vuelta una hace una pelotita con la bolsa para poder hacerle puntería con más eficiencia cuando llegue a buscarla, o se la entregamos en la mano, o algo, pero no guardamos silencio, cierto?. Eso es feo.<br /><br />Ahora no sé qué hacer. Conociéndolo es capaz de mandarme la flauta por correo.<br /><br />Pero insisto, me encantaría saber por qué tanta acidez innecesaria, si el agua que tenía que pasar por debajo del puente ya pasó, ambos superamos todo, ahora sólo nos une la custodia compartida de una flauta que, insisto, quiero de vuelta. Ahora. <br /><br /><span style="font-style: italic;">Leonor</span><br /></div>La Exhttp://www.blogger.com/profile/09187742538259768544noreply@blogger.com21tag:blogger.com,1999:blog-7544354603701524960.post-70611429795026102542009-12-18T11:01:00.003-03:002009-12-18T12:25:03.514-03:00El perro que le ladre<div style="text-align: justify;">Hay féminas que definitivamente se ponen muy insoportables cuando se consiguen un perro que les ladre.<br /><br />Me ha tocado ser amiga de un par, que son muy lindas y amorosas cuando están solteras, se portan decentemente mientras están pasándola mal en una relación (suelen buscarse malos prospectos, para más remate), pero apenas están en inicios de amoríos, es mejor que te olvides de su amistad por un buen tiempo porque simplemente borran todo lo demás de su vida y hacen de su nuevo príncipe el centro y razón de absolutamente todo lo que está sobre la tierra y bajo los cielos.<br /><br />Entonces, afírmate si quieres tratar de mantener el contacto con ella.<br /><br />Son de las que se pierden durante meses, te dejan plantada a último minuto porque de pronto llegó su nuevo 'algo' y se olvidó que tenía una cita contigo, o peor: llegan con él a última hora a esa junta en que se iban a poner al día, esa junta para ir a vitrinear, ese cumpleaños de sólo amistades sin acompañamiento, esa junta a la que fuiste como un estropajo o a esa comida en casa en que tienes todo patas para arriba porque sólo te permites que te vean así tus amigui-amigui... y más encima pretende que le des el visto bueno así de la nada, cuando estás con una cara de tres metros por la intrusión.<br /><br />Son de las que no entienden que hay veces en que quieres verla por separado, y que <span style="font-style: italic;">más adelante</span>, cuando tengas una idea de para dónde va la cosa (dónde se conocieron, qué hace, qué tan seria es la relación, qué pasó con su último ex... preguntas para orientarse en el mapa sentimental de la otra), y de las que probablemente ni siquiera tienen idea de cuáles son esas respuestas, y que buscan que el resto 'apruebe' su última adquisición para sentir que no metió la pata al meterse con cualquiera... <span style="font-style: italic;">'porque me miró lindo</span>' o <span style="font-style: italic;">'es simpático'.</span><br /><br />Son de las que, cuando tengas la <span style="font-style: italic;">SUERTE</span> de pillártelas por ahí (porque, entiende, no se juntarán premeditadamente), no pararán de hablar de él: de que es <span style="font-style: italic;">tan</span> lindo, <span style="font-style: italic;">tan</span> dedicado, tan aquí, tan allá, salimos a tal parte y según Cosmo es mi alma gemela, que como es capricornio y yo soy aries blabláblablá... como si en realidad trataran de autoconvencerse más que de convencerte a ti de su buenísima elección.<br /><br />Son de las que, si les dices que en realidad te cayó como la salmonella (u otro bicho que provoque severas enfermedades estomacales) su nuevo 'amigo' y que no quieres que lo lleve a tu próxima junta, entonces simplemente 'no tienen tiempo' y se van con el tipo, que obviamente les dice 'o ella (es decir yo) o yo (es decir él)', y las tontas aceptan pese a que su gran amor les aburre como ostra porque <span style="font-style: italic;">EN REALIDAD NO ES SU TIPO</span>... pero no quieren admitir que, otra vez, se equivocaron.<br /><br /><div style="text-align: justify;">Son de las que, luego de aguantar mucho, luego de ser maltratadas hasta, luego de sacarse la venda y ver a su Homero Simpson como el hombre simple y sin horizontes que es, llegan corriendo de vuelta a llorarte los males que tuvieron que sufrir, y tú, con cara de 'te lo dije', tienes que soportar con paciencia de santa que te diga, como si fuera descubrimiento de ella, que el muy infeliz no la dejaba ver a sus amigos y que no podía ir sola a ninguna parte, y que t<span style="font-style: italic;">e juro, amiga del alma, que nunca más...</span><br /></div></div><div style="text-align: justify;"><br />Hay algunas que nunca entienden y que pronto terminan por copar la paciencia, y terminan borradas de las listas navideñas, cumpleañeras, y te acuerdas de ellas cuando Facebook te dice que hace tiempo no interactúas con ellas.<br /><br />Hay otras que logran entender que tienen un comportamiento compulsivo y simplemente tratan de molestar lo menos posible, y que cuando te ven chata y ven que, pese a todo lo que te hablan del susodicho, eres incapaz de retener su nombre, simplemente se dan por vencidas y tratan de luchar contra su instinto de <span style="font-style: italic;">'mi vida tiene que girar en torno a él y nadie más'</span>.<br /><br /><div style="text-align: justify;">Y hay otras que terminan por rehabilitarse, y sinceramente me saco el sombrero ante ellas, porque sólo ellas saben aguantarse las miradas y gestos de excepticismo de sus amistades cuando mencionan al novio, el que al fin eligieron por algo más que un simple <span style="font-style: italic;">'no quiero estar sola' </span>y un<span style="font-style: italic;"> 'parece que le gusto'</span>.<br /><br />Y eso que dicen que perro que ladra no muerde.<br /></div><br /><br /><span style="font-style: italic; font-weight: bold;">Señorita Gruñona</span><br /></div>La Exhttp://www.blogger.com/profile/09187742538259768544noreply@blogger.com3tag:blogger.com,1999:blog-7544354603701524960.post-39810968604189209462009-12-10T09:00:00.000-03:002009-12-10T09:00:37.551-03:00No<div style="text-align: justify;">No volveré a pensar a ti. Aunque me cueste, aunque me duela el alma y se me parta el corazón. No volveré a pensar en ti.<br /><br />No volveré a recordar nuestras tardes eternas, tendidos en la cama, desnudos, mirándonos a los ojos, amándonos como si el mundo se fuera a acabar en ese mismo instante. No volveré a recordar nuestras tardes eternas.<br /><br />No volveré a querer que regreses a mí. No quiero que que te des cuenta de la mujer que perdiste y que corras de vuelta a mis brazos. No volveré a querer que regreses a mí.<br /><br />No te recordaré como el príncipe azul. No lo haré porque no lo fuiste. Porque me regalaste una fantasía y me hiciste creer que duraría para siempre, a sabiendas que no era así. No te recordaré como el príncipe azul.<br /><br />No lloraré más por ti. Mis lágrimas son sagradas y las derramaré por quien de verdad valga la pena. Por alguien que haya dejado todo en cancha y que no se haya entregado a pedacitos pensando sólo en sí mismo. No lloraré más por ti.<br /><br />Quiero dejarte atrás, quiero enterrarte bien profundo en el pasado y no volver a mirarte nunca más. Quiero despertar sin angustia en la mañana porque la cama me queda grande sin ti. Quiero aferrarme al fin de la historia, cuando mostrarte tu verdadero rostro. No quiero seguir sintiéndote y recordándote en cada rincón. Quiero que que esto se acabe.<br /><br />Y esto se acaba ahora ya.<br /><br /><div style="text-align: right;"><span style="font-style: italic;">Juana La Loca</span><br /></div></div>La Exhttp://www.blogger.com/profile/09187742538259768544noreply@blogger.com6tag:blogger.com,1999:blog-7544354603701524960.post-1935466984855359832009-12-07T09:00:00.001-03:002009-12-07T09:00:09.623-03:00Salir. Con cuidado<div align="justify">Después de terminar tormentosa y poco elegantemente una relación lo sano es recogerse del suelo y salir al mundo de nuevo, cierto?. </div><br /><div align="justify">Y eso fue lo que hice.<br /></div><br /><div align="justify">Salí al mundo.<br /></div><br /><div align="justify">Hasta ahora todo bien.<br /></div><br /><div align="justify">En mi nuevo mundo me encontré con un conocido (digamos el amigo de una amiga, aunque bien podría haber sido el amigo de una hermana, o el hermano de una amiga, da lo mismo) y bueno, como no me gusta esperar, lo llamé y lo invité a salir.<br /></div><br /><div align="justify">Nunca en mi vida lo había visto, ni tampoco hablado con él, pero como siempre en estos casos las referencias eran maravillosas.<br /></div><br /><div align="justify">Recuerdo que me llamó de vuelta, encontró bueno mi plan de ir a un karaoke, tomar un trago y conocernos. Así que lo hicimos.<br /></div><br /><div align="justify">Me pasó a buscar. Obviamente pasé horas enteras arreglándome, por si acaso, uno nunca sabe.<br /></div><br /><div align="justify">Eran las 9 pm cuando sonó el timbre de mi casa y salí. Ahí estaba. Mirándome. Debo decir que desde el instante uno fue una especie de decepción. Si bien yo me había tomado el tiempo de ponerme sombra, perfume y checkear que mis zapatos combinaran con mi cartera, el individuo éste, llamémosle David, con suerte tenía aspecto de haberse duchado.<br /></div><br /><div align="justify">Bueno, será.<br /></div><br /><div align="justify">La cita (por ponerlo en términos gringos) estuvo buena. El trago estaba exquisito, el karaoke no era excesivamente ruidoso, canté algo que me gustaba, todo bien. Casi perfecto. Si no fuera por el casi.<br /></div><br /><div align="justify">Cuando me dejó de nuevo en mi casa me felicité por la valentía y me fui a dormir, con la sensación de que la próxima vez que saliera con alguien me iría mejor si levantaba un poquito la barra y no me conformaba simplemente con el hermano de una amiga (o el amigo de mi hermana).<br /></div><br /><div align="justify">El tema es que a él lo encontré . . . desabrido. Como una coca Light sin hielo. Y sin gas.<br /></div><br /><div align="justify">Bueno, pasaron los días, y de pronto me encuentro con una llamada perdida de David. Y un mail.<br />¿Qué onda?<br /></div><br /><div align="justify">Y como soy tonta, lo llamé. Resulta que quería invitarme a salir. Cuac.<br /></div><br /><div align="justify">La invitación fue bastante más sofisticada que la salida previa: fuimos a almorzar a la playa.<br /></div><br /><div align="justify">Acepté porque me picó la curiosidad, porque hace tiempo que no veía el mar, y porque no tenía nada mejor que hacer.<br /></div><br /><div align="justify">Hasta el día de hoy me parecen buenas razones.<br /></div><br /><div align="justify">Esa cita también estuvo buena. El mar olía maravilloso, la comida estaba increíble, el vino, extasiante, el postre, mágico . . . (alguien nota que de David no he dicho nada?)<br /></div><br /><div align="justify">Cuando terminamos de comer pensé “ok, se acabó, me irá a dejar a la casa y podré dormir o ver Dr. House”, pero no.<br /></div><br /><div align="justify">- ¿Vamos al cine? – me preguntó con ojos interesantes.<br /></div><br /><div align="justify">¿Y qué dijo la tonta?<br /></div><br /><div align="justify">- Ya, vamos.<br /></div><br /><div align="justify">Y fuimos. Otra vez, la película buena, las cabritas crujientes, la bebida helada. Todo bien. Casi perfecto.<br /></div><br /><div align="justify">A estas alturas del partido yo ya me estaba cuestionando quien demonios me había mandado a pasar casi doce horas con un desconocido que no me inspiraba más cariño que un hámster.<br /></div><br /><div align="justify">Era una lata la wea. No sé si era yo el problema, o él, o simplemente David y yo nunca debimos intercambiar palabras sin más gente presente que llenara el sempiterno vacío entre lo que yo decía y lo que él pensaba, mientras me miraba. Mucho. Creo que la palabra en inglés para eso es “to stare”.<br /></div><br /><div align="justify">Pero filo, a estas alturas del partido estaba considerando seriamente guardar más silencio, bancármelo, con esperanza secreta de que él captara la falta de interés y dejara de invitarme a salir.<br /></div><br /><div align="justify">Pero no. En alguna parte de su cabeza mis silencios tienen que haberle indicado todo lo contrario, porque una vez me dejó en la puerta de mi casa el beso de despedida se prolongó unos instante más de lo socialmente aceptable y me preguntó que cuándo nos veríamos de nuevo.<br /></div><br /><div align="justify">Silencio.<br /></div><br /><div align="justify">- Eeeh, este, eeeh, no sé. Eeeh, yo te llamo!<br /></div><br /><div align="justify">Claramente este weon nunca había pasado por entrevista de trabajo infructuosa.<br /></div><br /><div align="justify">Tres días después, como yo no lo llamaba me llamó él. Y me invitó al cine de nuevo. Y me mandó mails. Y me llamó de nuevo para insistir con el cine.<br /></div><br /><div align="justify">Debo reconocer que no supe qué hacer.<br /></div><br /><div align="justify">Toy vieja pa esto. Después de casi tres años con mi ex había perdido la práctica.<br /></div><br /><div align="justify">Pero bueno.<br /></div><br /><div align="justify">Fuimos al cine.<br /></div><br /><div align="justify">Y después nos tomamos un trago.<br /></div><br /><div align="justify">Y en el auto me tomó la mano. Y el beso de despedida fue de esos medios cuenteados. Mal. Muy mal.<br /></div><br /><div align="justify">Yo no hallaba donde meterme, creo que cuando me bajé del auto dejé una nube de polvo con mi forma entre la calle y mi reja . . .<br /></div><br /><div align="justify">Dios, ¿cuántas veces hay que hacerle el quite a un weón pa que cache que no?<br /></div><br /><div align="justify">Y entre medio de todo esto, mi hermana (o mi amiga) me preguntaba que cómo iba el tema. Yo le dije que me había asustado (cuando alguien intenta darte un beso y te manda mails con fotos de la salida a la playa que no cachaste en qué minuto tomó y te dice que anoche no se pudo dormir por pensar en ti da un poco de susto, no?, sobretodo si la wea no es mutua), y ella me dijo que obviamente la wea me asustaba porque yo estaba en un momento de mi vida en el que no quería comprometerme (a todo esto me voy a vivir fuera del país con unos primos, entonces claramente no voy a estar en stgo en tres meses más lo que dificulta las relaciones, sólo un poco), que era obvio que no quería engancharme, que por supuesto que David me ponía nerviosa porque él podía darme todo lo que mi ex nunca pudo, que es lo que yo siempre he querido, que tengo que entender de nuevo que es posible querer compartir la vida con alguien, que tengo que perder el miedo, que bla bla bla.<br /></div><br /><div align="justify">Cuando mi hermana terminó de hablar la miré, y le dije:<br /></div><br /><div align="justify">- Lu, eso no es problema. El tema es que David no me gusta.<br /></div><br /><div align="justify">- Es que claro que no te gusta porque tienes miedo, y no quieres entregarte y . . .<br /></div><br /><div align="justify">- No Lu, no es eso, es que NO ME GUSTA.<br /></div><br /><div align="justify">- Sí, pero es que escúchame, no te va a gustar mientras tú sigas asustada de una nueva relación porque él te puede ofrecer mucho y . . .<br /></div><br /><div align="justify">Bla bla bla. Esta weona es sorda. O burra.<br /></div><br /><div align="justify">En fin. Los días pasaron. Los mails llegaban. Y resulta que simultáneo a todo esto no sé cómo (bueno, sí se cómo, pero es tema para otra entrada) terminé besándome con uno de mis mejores amigos, y, bueno, era medio feo salir con uno mientras el otro ya había conseguido lo que el uno quería con solamente mirarme y acercarse.<br /></div><br /><div align="justify">¿Ven? Esa es la diferencia cuando alguien SÍ te gusta.<br /></div><br /><div align="justify">Ahora, ¿cómo mierda corto esta wea sin que sea feo? Porque David aparentemente tiene un muy buen plan de celular.<br /></div><br /><div align="justify">Intenté contarle a mi amiga (o hermana) mi problema.<br /></div><br /><div align="justify">Ella me miró, suspiró, y me dijo:<br /></div><br /><div align="justify">- Bueno. No creo que haya que analizar mucho el tema para darse cuenta de que prefieres estar con (digámosle) Alejandro. Claro. Sí. Eventualmente podrías terminar enamorándote de David, y casándote con él, y no quieres eso porque tu ex te cagó la cabeza. Y bueno, con Alejandro la wea no pasa de un touch-and-go (mira que notable, touch-and-go se llama ahora el atracón sin llamada posterior, me enteré la semana pasada, cómo cambian las cosas) que es exacto lo que quieres ahora, entonces . . .<br /></div><br /><div align="justify">- Lu, entiende. David no me gusta, Alejandro sí.<br /></div><br /><div align="justify">- Es que yo creo que deberías pensarlo. David tiene pega, es inteligente, es dulce . . .<br /></div><br /><div align="justify">- Y Alejandro también tiene pega, es inteligente, dulce, caballero y mil cosas más, y no lo conoces, por lo tanto no tienes nada que opinar.<br /></div><br /><div align="justify">- Bueno, si a ti te gusta andar pasando los calzones por ahí, wea tuya.<br />(oooh! Que feo, ¿me dijo suelta?)<br /></div><br /><div align="justify">- No es pasar los calzones por ahí. Es que Alejandro me genera querer pasárselos y David no, así de simple.<br /></div><br /><div align="justify">- Claro, porque con Alejandro no hay nada serio y con David se puede poner complicado.<br /></div><br /><div align="justify">- ¡No! Porque Alejandro me gusta y David no.<br /></div><br /><div align="justify">- Sí, pero . . .<br /></div><br /><div align="justify">Media hora después y ninguna conclusión. Bueno, sí, o la tiraba por la ventana o me tiraba yo.<br />El tema es que, sin consultarlo con ella, le mandé un mail a David. Juro por mi madre que lo hubiese llamado si esto no hubiese pasado a fin de mes cuando ya no hay saldo en el cel, pero de todos modos no lo encontré tan inapropiado. Él me mandaba hartos mails.<br /></div><br /><div align="justify">En el mail le puse que yo no quería seguir saliendo con él porque estaba aterrada, y confundida, porque no quería una relación, y bla bla. Me pareció razonable usar los argumentos de mi hermana, porque saltaban a la vista.<br /></div><br /><div align="justify">Y no me llamó más. Bakan.<br /></div><br /><div align="justify">Pero la llamó a ella.<br /></div><br /><div align="justify">Demonios.<br /></div><br /><div align="justify">Recuerdo también que Alejandro me dijo que si le decía a David que estaba confundida él querría intentar desconfundirme . . .noooooo, dije yo, si no es pa tanto.<br /></div><br /><div align="justify">Bueno. Era.<br /></div><br /><div align="justify">Cuento corto, dentro de lo que se puede, David le dijo a mi amiga que estaba confundido. Que no entendía qué había pasado, que era obvio que la atracción era mutua (ya . . .), que todo iba super bien, y que de la nada y sin motivo yo había cortado la wea.<br /></div><br /><div align="justify">Es claro que si mi hermana no sabe escuchar este weón no sabe leer, el mail que le mandé era un puto ensayo sobre la confusión y el miedo típico de empezar otra relación después de una fallida.<br />Mi hermana alegó que yo estaba más rayada que puerta de perrera, y que bueno, mejor aplicara retirada porque yo aparentemente soy un atajo de nervios inestable y medio nocivo. Bkn, me encanta mi hermana.<br /></div><br /><div align="justify">Pero David es porfiado. Él no termina las cosas por mail. Él prefiere llamar.<br /></div><br /><div align="justify">¡¡Weon!! ¿¿¿Terminar qué??? ¡¡Si no pasó nada!!<br /></div><br /><div align="justify">Más encima él va y le dice a mi hermana que él estaba conciente que yo me iba a vivir con mis primos, pero que de todos modos qué son tres horas en avión, y que perfecta podía ir a visitarme en semana santa . . . por lo tanto, dado la profundidad de la relación lo mejor era hablar en persona si es que yo de verdad quería terminar porque a lo mejor simplemente había sido pánico momentáneo pero en el fondo no quería terminar.<br /></div><br /><div align="justify">Dios.<br /></div><br /><div align="justify">Mi hermana no dijo nada, según ella.<br /></div><br /><div align="justify">Y yo guardé mi eterno silencio.<br /></div><br /><div align="justify">Bien.<br /></div><br /><div align="justify">Pero me llegó otro mail. “tenemos que hablar, quiero que hablemos”.<br /></div><br /><div align="justify">Mi amiga me dijo que lo mejor era terminar con él en persona, que terminar por mail es feo.<br />Insisto, ¿terminar qué? ¡¡Si nunca empezamos!!<br /></div><br /><div align="justify">A todo esto el Ale ya me había regalado un ramo de flores precioso, y estábamos pololeando. Cosa que prueba que mi patológico miedo al compromiso puede ser superado por una atracción espiritual y sexual (no necesariamente en ese orden), y que esas cosas pasan cuando la otra persona TE GUSTA. No creo que sea tan complicado.<br /></div><br /><div align="justify">Yo no quería hablar con David. Me daba lata. Encuentro el colmo tener que estar dando explicaciones a alguien con quien no tienes relación ni compromiso alguno, especialmente si esa persona se enrolló y anda metido en lan.com viendo pasajes que ni una ha visto. Horror. Yo no hice nada. Es más, jugué con la carta de la indiferencia.<br /></div><br /><div align="justify">Bueno, al final igual me junté con David, pero lo hice más que nada por mi amiga.<br /></div><br /><div align="justify">Ojala no lo hubiese hecho. Me miró y me dijo que yo era linda, que le habría encantado tener un affair conmigo, que si cambiaba de opinión o lo necesitaba que lo llamara, que podía contar con él, que si quiero él puede ir a verme a la casa de mis primos . . . dios. Yo no sabía si reír o llorar. ¿Cómo alguien puede llegar a decir eso después de ver una persona cuatro veces? O tres, no sé.<br />Se supone que somos las minas las que andamos con el vestido de novia en la cartera, no ellos.<br /></div><br /><div align="justify">En fin, está claro que uno nunca para de sorprenderse, y que los machos que se respetan también pueden comportarse como mujeres mexicanas.<br /></div><br /><div align="justify">Yo, por lo pronto, estoy feliz.<br /></div><br /><div align="justify">Por fin le pude poner a mi pololo un post en Factbook que dice que lo quiero, aún cuando me de terror decírselo.<br /></div><br /><div align="justify">Pero el Ale se lo merece, él no está comprando pasajes en lan.com</div><br /><div align="justify"> </div><br /><div align="justify"><em>Leonor</em></div>La Exhttp://www.blogger.com/profile/09187742538259768544noreply@blogger.com8tag:blogger.com,1999:blog-7544354603701524960.post-34338878537771768372009-12-03T10:00:00.000-03:002009-12-03T14:38:09.674-03:00La mujer trofeoMucho se ha hablado de los celos, de los exs que no te dejan vivir mientras estás con ellos porque todo los inseguriza: paquean ropa, amigos, Messenger, correo, etc. En su contradicción, quiere que seas atractiva, pero sólo para él.<br /><br />¿Pero, qué pasa cuando es al revés? Para algunas puede sonar al paraíso, pero no fue mi caso.<br /><br />Les cuento mi historia: Fui una mujer trofeo, exhibida como adorno al orgullo.<br /><br />Cuando conocí a mi ex, yo era, supuestamente, el tipo de “mina para presentarle a los amigos” Siempre con la risa a flor de piel, buena alumna, inteligente y con tema. Tenía algunos gustos “de niño”, pero no por eso era un mamarracho: siempre estaba bien vestida y arreglada. Pero detrás de tanta buena onda había un gran problema: ocultaba una autoestima pésima. Era todo lo contrario de lo que era mi ex, al que llamaremos Narciso.<br /><br /> Narciso no era lindo, pero él creía que lo era. Tenía ojos pequeños, el pelo desgreñado y tenía una gran panza. A diferencia de mí, era un hijo consentido, bastaba con que pidiera algo y lo conseguía inmediatamente (su frase favorita era “necesito”). Pero quizás por lo mismo, tenía una personalidad que me pareció atractivísima. Y claro, polos opuestos se atraen.<br /><br />Lo que más me gustaba, es que él no era celoso, lo que en jerga amiguística llamamos “dejar ser”. Pero había algo raro: cuando sabía de alguien que me encontraba atractiva, su primera impresión era una sonrisa de satisfacción. Sí, una sonrisa, como quien luce el auto deportivo recién encerado. Se lo contaba a todo el mundo, no podía disimular que eso le encantaba. Me presentó a todos: sus amigos de colegio, su familia, sus compañeros, y me enumeró con lujo de detalles todos los comentarios. Narciso era feliz luciéndome: si alguien me miraba en una disco sonreía hacia un costado y me tomaba el brazo con un lado levemente protector, pero no lo suficiente para tapar su trofeo: yo.<br /><br />Al poco tiempo, todos mis logros pasaron a ser de él. Si me destacaba en un curso, Narciso aparecía, si tenía una presentación de una actividad extraprogramática, él aparecía. Hasta ahí, todo bien, pero… el apoyo nunca fue tal. A la hora de ir a una clase, me pintaba el mono para que me quedara con él, me hacía atados cuando no tenía tiempo para verlo. Así mismo, yo le rogaba siempre que asistiera a una clase en la Universidad, que fuera a dar una prueba. Cada vez que Narciso iniciaba algo nuevo, lo comentaba con bombos y platillos, no aceptaba comentario alguno que saliera del “¡qué bien te sale!”, y al final, como tantas cosas, terminaba abandonándolo, cansado por el esfuerzo que eso implicaba.<br /><br />Pronto la fachada se comenzó a caer a pedazos. La sonrisa se me borró por un buen tiempo, mi familia comenzó a tener problemas que no podía hacer a un lado. Mis problemas y derrotas no eran parte: Narciso era un dedo acusador, que me insistía en que sonriera aunque no quisiera, en que me viera feliz, sólo porque eso a Narciso lo hacía sentir bien. La formula era simple: mientras yo “luciera” bien, no importaba cuanto fuera mi esfuerzo, las cosas estaban bien con él.<br /><br />El cariño supuestamente incondicional pasó a amargas amenazas. “No sé si puedo serte fiel”, “ya no sé si me gustas tanto” fueron frases que empezaron a escucharse cada vez más seguido en nuestras peleas. Algún día, me dijo algo que fue lo que me hizo reaccionar: “Antes, cuando eras fuerte, me gustabas, ahora que eres débil, eso ya no me atrae".<br /><br />Y fue el principio del fin. Lo empecé a sentir como una carga pesada, alguien que se creía más de lo que era. Y, poco a poco, mi amor por él se fue acabando. Hasta que un día, harta de las amenazas, lo terminé dejando yo. Tenía pena, pero a la vez tranquilidad. Al fin podía estar triste o rabiosa si así lo sentía, no me interesaba caerle bien a todo el mundo. Al final, era libre.<br /><br />Las cosas habían cambiado, pero principalmente, había cambiado yo. Y con el tiempo, encontré a alguien maravilloso que me apoya y me quiere tal cual soy. Me consuela cuando estoy triste y somos felices cuando el otro lo es. Me sigue en todas mis ideas así como yo lo sigo en ellas. Pasé de ser un trofeo a un ser digno de ser querido. Mal que mal, la culpa no es sólo del chancho, sino también del que le da el afrecho.<br /><br />La Santa GildaLa Exhttp://www.blogger.com/profile/09187742538259768544noreply@blogger.com6