Estamos todos de acuerdo en que, estando dentro de una relación, el acostarse con otra persona que no sea el pololo, marido o lo que sea es infidelidad, ¿cierto?
Un beso también se entiende como infidelidad. Si cualquiera de nosotras llegase a enterarse que su pareja de turno "atracó" con otra el hecho en sí se considera un quiebre, no necesariamente el término (eso depende de las circunstancias, y del aguante que una tenga, que suele ser más del que una piensa que tiene), pero sí sienta un precedente, se convierte en desconfianza difícil de ignorar, es una permanente piedra en el zapato: molesta, duele, y no se olvida.
Pero, ¿qué pasa con cosas más sutiles?
Si nos sentamos a pensar que pololo o marida no es simplemente el homosapiens de turno con quien satisfacemos nuestras necesidades sexuales sino que es una parte de la vida, un amigo, una promesa de futuro, un puerto donde refugiarnos del mal tiempo, un recuerdo constante de lo lindas que somos y mil cosas más, podemos ver que hay más que una llamada telefónica por día y un polvo de vez en cuando, ¿no?
Hay complicidad, conversaciones largas, espacios vacíos que se llenan, satisfacciones más tiernas, risas que se comparten, lágrimas que se secan, esperanzas que nacen.
Hasta ahora todo bien. Una buena relación tiene, o debería tener, todos estos elementos y muchos otros, de ahí mi pregunta peligrosa:
¿Qué pasa cuando esa complicidad se gesta en otro lado?
Entonces ¿qué hacer cuando de pronto, (por que si bien estas cosas son siempre graduales , es de golpe como nos golpean) él comienza a hablar mucho con otra?
No hay sexo (todavía), no hay besos, pero existen estas conversaciones largas y profundas, ese compartir los miedos, llorar las penas, y de pronto, el roce de una mano contra una rodilla, o un abrazo un tanto más cercano, o mensajes de texto a deshoras. ¿es esto infidelidad? ¿compartir con otro, fuera de la relación, aquello que es tan íntimo?
No hablo solo de palabras, sino de sensaciones. Es innegable que la atracción física genera mariposas en el estómago, cosa que no es amor, pero la complicidad, la intimidad, la confianza, el hablar de todo sin pudor ni pena, y mejor aún el no tener que decir nada porque la otra persona parece leernos la mente, genera otra cosa en el estómago, que no son mariposas suaves que se extinguen con el tiempo, sino un vacío que se arma como esa persona con la cual hablamos ya no está.
Después de hablar, de compartir, íntimamente, es imposible no echar de menos.
¿Qué pasa cuándo él echa de menos a alguien que no somos nosotras? Cuando hablar mucho con ella, de ella, cuando quiere verla, cuando sentimos que considera dejarnos plantadas por ir a verla, cuando corre cada vez que ella tiene un problema, cuando se sabe sus dramas, cuando la conoce, todavía no la besa pero, peor aún, la extraña y la recuerda. ¿Eso también es poner el gorro?
¿Es una forma más delicada, suele ser la antesala de la tan despiadada infidelidad, pero ¿cómo acusarla? ¿estará mal? Si tiene una amiga que es más amiga de lo que soy yo, ¿puedo llamarlo infiel?
Un beso también se entiende como infidelidad. Si cualquiera de nosotras llegase a enterarse que su pareja de turno "atracó" con otra el hecho en sí se considera un quiebre, no necesariamente el término (eso depende de las circunstancias, y del aguante que una tenga, que suele ser más del que una piensa que tiene), pero sí sienta un precedente, se convierte en desconfianza difícil de ignorar, es una permanente piedra en el zapato: molesta, duele, y no se olvida.
Pero, ¿qué pasa con cosas más sutiles?
Si nos sentamos a pensar que pololo o marida no es simplemente el homosapiens de turno con quien satisfacemos nuestras necesidades sexuales sino que es una parte de la vida, un amigo, una promesa de futuro, un puerto donde refugiarnos del mal tiempo, un recuerdo constante de lo lindas que somos y mil cosas más, podemos ver que hay más que una llamada telefónica por día y un polvo de vez en cuando, ¿no?
Hay complicidad, conversaciones largas, espacios vacíos que se llenan, satisfacciones más tiernas, risas que se comparten, lágrimas que se secan, esperanzas que nacen.
Hasta ahora todo bien. Una buena relación tiene, o debería tener, todos estos elementos y muchos otros, de ahí mi pregunta peligrosa:
¿Qué pasa cuando esa complicidad se gesta en otro lado?
Entonces ¿qué hacer cuando de pronto, (por que si bien estas cosas son siempre graduales , es de golpe como nos golpean) él comienza a hablar mucho con otra?
No hay sexo (todavía), no hay besos, pero existen estas conversaciones largas y profundas, ese compartir los miedos, llorar las penas, y de pronto, el roce de una mano contra una rodilla, o un abrazo un tanto más cercano, o mensajes de texto a deshoras. ¿es esto infidelidad? ¿compartir con otro, fuera de la relación, aquello que es tan íntimo?
No hablo solo de palabras, sino de sensaciones. Es innegable que la atracción física genera mariposas en el estómago, cosa que no es amor, pero la complicidad, la intimidad, la confianza, el hablar de todo sin pudor ni pena, y mejor aún el no tener que decir nada porque la otra persona parece leernos la mente, genera otra cosa en el estómago, que no son mariposas suaves que se extinguen con el tiempo, sino un vacío que se arma como esa persona con la cual hablamos ya no está.
Después de hablar, de compartir, íntimamente, es imposible no echar de menos.
¿Qué pasa cuándo él echa de menos a alguien que no somos nosotras? Cuando hablar mucho con ella, de ella, cuando quiere verla, cuando sentimos que considera dejarnos plantadas por ir a verla, cuando corre cada vez que ella tiene un problema, cuando se sabe sus dramas, cuando la conoce, todavía no la besa pero, peor aún, la extraña y la recuerda. ¿Eso también es poner el gorro?
¿Es una forma más delicada, suele ser la antesala de la tan despiadada infidelidad, pero ¿cómo acusarla? ¿estará mal? Si tiene una amiga que es más amiga de lo que soy yo, ¿puedo llamarlo infiel?
Leonor
10 comentarios:
En el momento que una se pregunta "¿Porqué piensa más en ella si anda conmigo?" es la hora para agarrar maletas e irse antes de que puedas estar contestando una llamada por parte de él que definitivamente no es para ti. Quizás él nunca te falte al respeto, poniéndote el cuerno, pero cuando se acaba la confianza se acaba todo.
No Leonor, no podés llamarlo infiel, pues él está contigo y no pasa nada con la otra.
Es difícil entender la amistad estrecha entre tu novio y otra mujer, y de verdad no me ha pasado esa situación. Al contrario, SI soy la mejor amiga de un hombre que me llama, me reclama, y me manda sms siempre.
Una vez su novia intercepto uno en donde yo lo consolaba por una pelea que había tenido con ella,(el con ella), y me llamo para que hablaramos, lo hicimos y yo le dejé claro que él era mi amigo, y sí había cosas en las que no estaba de acuerdo con él, pero yo lo aceptaba con sus virtudes y defectos, y a ella le tenía simpatía claro, pero no era con ella mi deber en ese momento de consolar, ni de ponerme en tal pelea de un lado o del otro.
Creo que a ella no le gustó mucho, es más cada vez que vienen los dos a casa se tienen que ir temprano pues ella se siente mal.
No tengo malas intenciones con mi amigo, ni las tendré.
Además a tu pareja podés contarle todo, muchas cosas, pero si tenés dudas, o si de lo contrario estas tan enamorado que querés gritarlo a los cuatro vientos, entonces necesitas contarselo a alguien más.
Entiendo lo qeu decís en lo de los sms a deshora, y esas cosas, mi amigo lo hace conmigo y mi marido me cela, aunque sabe perfectamente que solo somos amigos.
Es difícil saber si hay algo más detrás.
Beso
Es complicado saber donde está el límite, muchas veces los celos magnifican las cosas, tu puedes querer a alguien y tener tus amistades, y estan pueden ser muy íntimas, pero no se puede malpensar de nadie por eso, sin otros motivos ni razones.
El amor se basa en la confianza, si esta falla, ¿que nos queda?.
Un placer visitaros, hasta pronto.
Saludos
Sabes, yo tengo amigas, amigas de toda la vida, con las ue he hablado de muchas cosas, con las que he abierto mi alma, y sin ninguna pisca de atraccion, sin que esto interfiera en mis sentimientos frente a otra mujer, creo firmemente en la amistad como uno de los pilares de la vida, ycompletamente separado del amor sexual, ahora, lo que te preguntas es algo que se ha preguntado todo el mundo, sin embargo creo que va en cada persona y en lo bien que lo conoce la pareja, no niego que todo es posible y que nada es culpa de una sola persona, pero de ahi a dudar con todas las personas del sexo opuesto con los que genera lazos la pareja es otra cosa.
Besos totales
Concuerdo con los últimos posts. Al igual que Cris, mi mejor amigo es hombre, tenemos una amistad de años y jamás ha pasado nada.
Por suerte mi novio no es celoso y sabe bien del lazo de amistad que me une con mi amigo, pero él sí tuvo una pareja celosa que nos distanció durante harto tiempo.
Por suerte con el tiempo hemos recuperado nuestra amistad y ahora estamos más unidos que nunca.
Una pareja no lo es todo en la vida y hay situaciones en que un amigo es insustituible. Lo peor que podemos hacer como parejas es desconfiar de ese vínculo o tratar de separarlo o cortarlo.
Y sí las dudas te joden tanto la vida, es porque no confías en tu pareja y en ese caso o lo conversan y lo tratan de arreglar o chao.
Saludos! n_n
Son las cosas sutiles las que mas molestan.
Para mi es muy complicado.
Como se sentirían de saber que tu pareja, por ejemplo, sale a cenar con otro/a, aunque no haya sexo? Y no estoy diciendo un amigo del alma, o incondicional. Otro.
Racionalmente es muy claro todo, nadie nos pertenece ni le pertenecemos a nadie, pero en la realidad, creo que es muy distinto.
De que confianza se habla? confianza en que?
A mi me cuesta.
beso
Qué difícil.
No lo considero infidelidad, pero tampoco es algo sin importancia. Cuando es la amiga del alma, a una como polola se la deberían haber presentado. Si es una chica recién aparecida...uuuuff!!, algo huele mal!
Yo creo que cuando el pololo de una tiene ondita con otra hay que dar la pelea con dignidad y ver qué nos depara el destino no más.
Saludosss!!
Ufff... qué tema. Yocreo que con el tiempo me he ido poniendo más sensible y más celosa también. Ahora soy mucho más suspicaz y cada día creo menos en la amistad entre personas de distinto sexo (los amigos gays no cuentan... jeje).
Como decían más arriba, más que mal igual es un "otro" que para nosotros seguirá siendo un desconocido por muy amigo que sea de nuestra pareja.
Saludos.
Anaís S.
LAS ÚNICAS INFIELES SOMOS NOSOTRAS...ELLOS SON UNOS PENDEJOS.
LOLA CIENFUEGOS
Interesante razonamiento, yo me pregunto: Quien es mas infiel, el que le da un beso a otra persona o aquel que dejaria todo su mundo por otra?
YO, considero que los 2...
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