jueves, 11 de junio de 2009

Ilusiones y principios de una larva

Hace unos meses hablé de dos hombres interesantes. Uno de ellos no fue gran cosa, aunque tenía todo lo que me gustaba en el aspecto físico. Por eso caí en picada cuando nos juntamos a tomar algo en un pub, para conocernos mejor. Dijo que yo le interesaba desde hacía varios meses. Y me rendí ante sus ojos y su sonrisa.

El problema fue que me hablaba de cómo era él en pareja, me decía cosas lindas y todo eso. Estaba alerta pero, de a poco, empecé a abrigar la pequeña posibilidad de llegar a algo juntos. Me ilusioné en tiempo récord, olvidando las alarmas. Fui Ícaro por unos días y caí, no por el sol, sino porque la cera era de mala calidad.

Responsabilidad compartida, le dicen. Por un lado, un ilusionista y, por otro, una persona que desea creer en sueños para sentir que regresa al "camino", cuando en realidad sólo sigue senderos que no van a ninguna parte.

¿Por qué ilusiones? ¿Por qué tanto miedo a tomar el camino que sí lleva a otros lugares? Quizás porque siempre he visto y creído que está lleno de clavos. Que enamorarse es una maldición que te ciega y te enloquece; que pierdes la individualidad y las ganas de vivir por tí, que sin la otra persona morirías.

No quiero sentir eso. No después de pasar dos años y nueve meses aprendiendo a conocerme, odiarme y quererme como persona individual. ¡No estoy dispuesta!

Por eso, he preferido sufrir por ilusiones: son etéreas, como sueños. Si te afectan, te dejan sólo sensaciones y no heridas grandes. Si te duelen, no recuerdas por qué. Si miras dónde te duele, siempre verás un moretón y no una fractura expuesta.

Mucha gente me dice que "vale la pena esforzarse", que "amar es lo más hermoso del mundo", que "así te sientes viv@". Pero si acaba, se destrozan. Yo no quiero destrozarme por otra persona. Que lo haga una bomba, un disparo o una hemorragia interna, no el distanciamiento de
alguien o el fin de un amor.

En otras partes he sabido que el amor es tranquilo, que no se sufre tanto. Es apasionado, pero relajado también. Y me pregunto si alguna vez llegaré a eso con la ebullición que llevo dentro. "Eres muy eléctrica, nunca estás tranquila", me dijo Froilán una vez. Lo dijo como algo negativo, mas para mi fue un cumplido.

Tengo una colección de sueños en mi vida amorosa. Burbujas que duran meses, días, noches. Sé que mi mamá me mira como a una niñita porque nunca me he enamorado, sé que habrá gente que no escuchará mis consejos por lo mismo.

Pero soy yo. Una larva, una isla en medio del océano. Me doy el lujo del egoísmo porque sé que la larva será mariposa (a menos que un animal me devore antes) y que la isla será centro turístico (a menos que llegue alguien a destruir el ecosistema). Por eso, no voy a arriesgarme. Tengo muy mal ojo y, si me van a dañar, prefiero que sea a mi versión terminada antes que a la débil.

¿Cobardía? ¿Egoísmo? ¿Terquedad? ¿Qué más da? Mientras no encuentre a mi alma gemela, la única persona que se encargará de ponerle scotch a mi corazón, si termina roto, seré yo.



MilDiez

4 comentarios:

María Gabriela Costigliolo dijo...

Yo siento mi mismo que vos y cuando creo que estoy parada justo donde creia queres estar estoy en la frase que vos decis en unas lineas del principio: "cuando en realidad sólo siguo senderos que no van a ninguna parte..." me siento atascada en mi miedo, en mi cobardia a que me destrocen de "un disparo, una bomba una hemorragia interna"..Un beso

Anaís Sandiego dijo...

A veces una se encierra en sí misma tratando de no ser herida. Después de mi separaciónm viví muy fuerte eso que cuentas. Es cierto, te da una sensación de protección, pero hay veces en que uno se termina haciendo mucho más daño a sí misma.

¡A vencer los miedos, Mil Diez!

Saludos.

Anaís S.

Myriam dijo...

No es malo seguir senderos que no van hacia ninguna parte. Al menos tienes la seguridad de que jamás te perderás: quien no sabe adónde va, no puede perderse ;)

Y con respecto a las ilusiones, el amor y el dolor... poco a poco he ido aprendiendo que el amor y el dolor van de la mano. No le podemos dejar abierta la puerta a uno y pretender que el otro no pase. Como tú dices, es una decisión. Si por ahora eso te satisface está bien, pero quizás no siempre lo haga.

Saludos! n_n

Cris dijo...

Si pero.... creo que es claramente Miedo.
Además si uno no piensa arriesgarse nunca,siempre pierde.
El amor es muchas cosas buenas y malas, el tema es mucho más complejo que el enamoramiento y creo que se centra más en tus ganas de compartir tu vida con alguien más, en las buenas y en las malas, en los momentos en que lo odies como ninguno y en los que lo ames más que nadie. Tolerar todos esos días, los beunos y los malos, es el amor.

 
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