Desde mis primeros chapuceos en relaciones amorosas estables, siempre he sido la 'niñita' que adoran las suegras, la que hubiesen querido como hija a la que llevar de compras y jugar a las tacitas cuando chica.
Y eso porque siempre, desde la primera visita a la casa del pololo de turno, me acostumbré a 'ayudar' en la casa con cosas chicas: poner la mesa, levantar los platos después de la comida, servir té... haciendo que mi galán poco a poco aprenda también a ponerse las pilas con el orden y aseo de la casa.
Es que me asombra cuántos Edipos hay por ahí dando vueltas (y la cantidad de ellos con los que me he topado yo...), viviendo acostumbrados a que la mamá y la nana les hagan todo*.
Una vez estuve emparejada con un caso clínico, un chico que necesitaba que le dieran órdenes para todo: cuando nos quedábamos a dormir juntos me tocaba despertarlo, avisarle que estaba lista la ducha y llamarlo a desayunar... en su propia casa. Son cosas que una hace de amorosa, claro, pero de vez en cuando me aburría tener que esstar pendiente hasta de si se había lavado los dientes o no.
Otro de mis exs era uno de los alabados hombres que saben hacer más que un huevo revuelto y era el principal chef de la casa. Pero jamás tocaba la loza después de cocinar. Su madre debía llegar después del trabajo a lavar el alto de ollas y platos acumulados durante el día con las suculentas comidas con las que se lucía el hijo hacendoso del hogar.
Algo que siempre detesté fue que algunas** de mis antiguas parejas tuvieran la costumbre de hablarme como cabros chicos en ocasiones donde, envuelta en la pasión, esperaba más a un hombre bien macho que a un bebé. O sea, tengo instinto maternal pero sospecho que tú lo estás malentendiendo.
También puedo decir que gran parte de mis exs tenía una seria dificultad para comunicarse con el resto del mundo, y solía terminar escuchándoles sus problemas, incluso los más mínimos, que terminaban por volverse gigantes gracias a su cero manejo de conflicto.
Y lo terrible es que fueron sus propias madres las que los acostumbraron a ser así de dependientes y a crear relaciones de dependencia con las mujeres que van conociendo -Ok, admito que algo*** de culpa tengo en dejar que eso pase-.
Una vez mi gran amigo de universidad me contó que se sacaba buenas notas porque tenía la costumbre de encerrarse en su habitación, donde nadie lo iba a molestar, mientras que sus hermanas (y yo en mi casa) dividían su tiempo entre las 'labores domésticas' y el estudio.
Me pregunto qué será de todos ellos el día que tomen sus bártulos y tengan su propia vida.
Y eso porque siempre, desde la primera visita a la casa del pololo de turno, me acostumbré a 'ayudar' en la casa con cosas chicas: poner la mesa, levantar los platos después de la comida, servir té... haciendo que mi galán poco a poco aprenda también a ponerse las pilas con el orden y aseo de la casa.
Es que me asombra cuántos Edipos hay por ahí dando vueltas (y la cantidad de ellos con los que me he topado yo...), viviendo acostumbrados a que la mamá y la nana les hagan todo*.
Una vez estuve emparejada con un caso clínico, un chico que necesitaba que le dieran órdenes para todo: cuando nos quedábamos a dormir juntos me tocaba despertarlo, avisarle que estaba lista la ducha y llamarlo a desayunar... en su propia casa. Son cosas que una hace de amorosa, claro, pero de vez en cuando me aburría tener que esstar pendiente hasta de si se había lavado los dientes o no.
Otro de mis exs era uno de los alabados hombres que saben hacer más que un huevo revuelto y era el principal chef de la casa. Pero jamás tocaba la loza después de cocinar. Su madre debía llegar después del trabajo a lavar el alto de ollas y platos acumulados durante el día con las suculentas comidas con las que se lucía el hijo hacendoso del hogar.
Algo que siempre detesté fue que algunas** de mis antiguas parejas tuvieran la costumbre de hablarme como cabros chicos en ocasiones donde, envuelta en la pasión, esperaba más a un hombre bien macho que a un bebé. O sea, tengo instinto maternal pero sospecho que tú lo estás malentendiendo.
También puedo decir que gran parte de mis exs tenía una seria dificultad para comunicarse con el resto del mundo, y solía terminar escuchándoles sus problemas, incluso los más mínimos, que terminaban por volverse gigantes gracias a su cero manejo de conflicto.
Y lo terrible es que fueron sus propias madres las que los acostumbraron a ser así de dependientes y a crear relaciones de dependencia con las mujeres que van conociendo -Ok, admito que algo*** de culpa tengo en dejar que eso pase-.
Una vez mi gran amigo de universidad me contó que se sacaba buenas notas porque tenía la costumbre de encerrarse en su habitación, donde nadie lo iba a molestar, mientras que sus hermanas (y yo en mi casa) dividían su tiempo entre las 'labores domésticas' y el estudio.
Me pregunto qué será de todos ellos el día que tomen sus bártulos y tengan su propia vida.
Señorita Gruñona
*: Obviamente, también he tenido la desgracia de toparme con mujeres con esta misma actitud, pero como jamás he tenido una relación amorosa (ni de amistad) con ellas, prefiero abstenerme de comentarlo.
**: Pocas, gracias a Dios.
***: O quizás más que algo, pero prefiero dejarme eso para mí misma.
13 comentarios:
Ufff... esterrible toparse con uno de esos hombres-hijos. Yo estoy dividida, porque claro que las madres tienen parte de culpa y nosotras también, pero ¿acaso ellos no son lo bastante grandes ya para entender que algo está mal? O sea...
"Algo que siempre detesté fue que algunas** de mis antiguas parejas tuvieran la costumbre de hablarme como cabros chicos en ocasiones donde, envuelta en la pasión, esperaba más a un hombre bien macho que a un bebé."
¡Eso es horroroso! Es lo más matapasiones que puede haber, ¿como no cachar que el que te hablen como guagua, solo puede calentar a una pedófila?
por suerte todavia no me toco de esos...va por suerte...creo q me tocan peores q este tipo ehh jaja
saludoss
Noooo, no pdría soportar a un hombre hablando como guagua bajo ninguna circunstancia. It´s just wrong!!!! no me ha pasado gracias todos los dioses, y si me sucediera quedaría marcada de por vida. De sólo imaginarlo siento que necesito terapia. Del Terror!!!
Anaís: Yo creo que pueden entenderlo, pero no por sí mismos... tiene que venir alguien a decírselo. Al menos los que yo he conocido saben aceptar críticas (luego de hacer todo un teatro, pero eso es otro cuento) :P
Alejandra: Jajaja. Ése es mi punto, y me pasa igual con los 'apodos salvajes que los llamo: perrito, osito, chanchito...
India: Pues ánimo con ellos! podrías escribirnos sobre tus chicos malos ;)
C.: Pues me cambio a tu credo! Es bastante desconcertante escuchar salir una vocecita aflautada de un hombre barbón, del terror absolutamente.
Ah no, para hijos tengo suficiente con mis mascotas, al lado mío quiero una pareja, no un peluche... arghhh.
Pero tampoco los condeno, creo en la teoría de que por cada uno de esos hay una de esas. Es sólo cosa de que encuentren a la mina correcta ("La Secretaria" rules).
Ahora si a mi me vinieran con eso, la patada a China no se la saca ni Michael zombie XD
Saludos!
Tengo un conocido que, cuando llama por teléfono a su polola, le habla con un poco de estilo agú.
Es sólo un poco, pero igual. Puaj.
Lo bueno es que la polola tiene perso y jamás la he oído responderle así =P
Salú!
Muy buenos comentarios!!
Primera vez que entro a este blog, pero me gusto bastante, me rei con todo el tipo de hombre, que si bien me ha pasado varias veces.. pero no hay cosa que no soporte menos que el hecho de que te hablen como guaguas.. personalmente me carga los sobrenombres: como bebe, guagua... o cosas cursi...
bueno y eso
Bye..
me gusto bastante
Creo, que la culpa de que los hombres sean tan cómodos, la tienen...las madres!!!!
mis hijos varones estan bien enseñados... cocinan, lavan los platos, limpian su cuarto, ponen su ropa en el lavarropa y si se acuerdan la cuelgan....pero no hay que dejarse estar, porque al primer descuido se aprovechan.
Beso
Myriam: Jajaja... tienes razón, cada oveja con su pareja. Pero lejos mío por favor!
Mely: ¿Cierto que son incómodas esas conversaciones? Yo trato de hacerme la tonta, mirar para otro lado o hacer que estoy pendiente de otra cosa. Todo por la dignidad del ser humano.
Amapola: Primero que nada BIENVENIDA! Cuando escucho que algiuen usa uno de esos apodos cariñosos me corre un frío por la espalda! Y a los sobrenombres ya mencionados, les sumo los anatómicos: Gordita, chiquitita, flaquita.
Nadasepierde: Me alegro de saber que no es imposible! Estás haciendo un gran aporte a la humanidad, aunque como dije antes, me preocupa que no es sólo cosa de hombres últimamente.
Besos para todas!
Mi vieja siempre me dice "buscate un novio, no un hijo!!" porq así eran mis exs!! Niños malcriados!
Ahora los mando a todos a la mier..
cuando quiera tener hijos tendré los mios propios o los adoptaré! A ellos no los banco más!
Excelente post!
Besos!
Mucha verdad en lo que dicen, y concuerdo completamente con que no se pueden generar relaciones positivas tanto con este tipo de hombre, como también con su símil mujer (la "Princesita" a la cual hay que servir).
Ahora, si creo que hay una tendencia social en la cual ciertas familias validan este comportamiento en sus hijos hombres, y también muchas parejas que fomentan estas actitudes, logrando así que el susodicho termine pasando del completo cuidado materno al completo cuidado de la esposa/polola. ¿Que hacer aquí? Yo creo que dejar crecer a la persona, si no es capaz de cocinar (o intentarlo) en pro de ayudar en la casa, si no logra lavar la loza que utiliza porque "nunca lo he hecho" y si no se preocupa por su propias autosuficiencia... entonces no lo hará nunca, y van a tener al lado a un mamon de la peor calaña.
Ps. Concuerdo con todas con respecto a que las conversaciones melosas son incomodas y medio molestas; no obstante, me declaro completamente culpable en este área... solo falta que aparezcan conejos rosas y ciervos cuando hablo con mi pareja! Y lo mejor de todo, lo prefiero así! =P
si aparece un conejo rosa o un ciervo mientras tu y yo conversamos, creo que me da un paro cardiaco XD
Publicar un comentario