martes, 19 de enero de 2010

Manual para retomar contacto con un ex buena tela

Hay exes a los que no quieres ver, que te dañaron y te hicieron mal. Por mí, que se pudran en el infierno de la indiferencia. Que otra se quede con el cacho.

Pero existen otros que no fueron malos y te dañaron igual. O, más que dañarte, se te incrustaron en la cabeza y el corazón como un jodido cáncer... Bueno, es casi lo mismo. Si este es tu caso y ansías ver de nuevo a ese hombre, ten en cuenta lo siguiente:

  1. Pregúntate: ¿qué tenía tu ex que te dejó tan pegada? Actitudes, algo de su físico, etc. Algunas veces, quedarse pegada con una persona y afanarse en buscarla ocurre porque no creemos poder volver a sentir algo similar por alguien, o que no habrá nadie como él en este mundo.

  2. Revisa todo lo bueno que tuvo, lo que más te gustó y lo que más te hizo feliz. Aunque sea algo absurdo. Después, anota todo lo malo y lo que más te dañó.


  3. a) Si la lista negra es más larga que la de virtudes, plantéate la situación. ¿Quieres volver con el socio? ¿Exigirle que te pida perdón de rodillas o hacerle daño? ¿Que te explique los porqués? ¿Probar si ha cambiado su forma de ser? Mira, el daño está hecho. El tipo jugó baby-fútbol con tu corazón y se fue. Sacarás más en limpio si ves cuál fue tu 50% de responsabilidad en la relación en vez de quedarte pegada pensando en motivos que al otro ni siquiera le interesa revisar.

    b) Si la lista de virtudes es mayor, puede que lo hayas idealizado o que realmente fue un buen tipo. Para probar lo primero, muéstrale la lista a amigos o familiares que lo hayan conocido y pregúntales si era así como lo vieron. Si nadie lo conoció, vas a tener que sincerarte contigo misma y acordarte de que es un ser humano como todos antes de rehacer la lista.

    Si de verdad fue un buen tipo, ¡Bien! Como en el punto 3.a, revisa qué papel jugaste en la relación. Vamos, que tú no eres la única víctima. ¿Lo creíste perfecto y exigiste que lo fuera? ¿Le pediste más amor del que estaba dispuesto a dar? ¿Le impusiste que llamara más, escribiera más, invitara más? ¿Lo paqueaste? ¿Le armaste escenas de celos con gritos, llantos, vasos llenos voladores y espectadores includos? ¿Ignoraste sus quejas?

  4. Ahora que tienes claro lo que hiciste, lo que hizo, lo que es, si crees que aún te estima y sigues queriendo verlo, imagina que estás ante un altar con el compadre vestido de frac al lado y responde sinceramente lo siguiente:

    • ¿Aceptas a este compadre con sus defectos y virtudes, aunque esté casado y con hijos?

    • ¿Aceptas lo que él quiera y pueda ofrecerte, sin exigir más ni conformarte con menos, y sin darle vueltas al asunto después?

    • ¿Estás dispuesta a admitir que es imposible empezar desde cero?

    • ¿Serás feliz si él está bien consigo mismo o con su pareja, aunque no seas el motivo directo de su felicidad?

    Una respuesta honesta y afirmativa a todas y cada una de las preguntas es que realmente lo quieres como ser humano, así que tienes derecho a retomar el contacto si es lo que deseas. Ojo, nada de forzar las cosas ni forzarse (ni forzar al pobre cristiano).

    Si respondes honesta y negativamente a una o todas las preguntas... RTFM* cuantas veces sea necesario!!!

  5. Esto se aplica para hombres, mujeres y parejas homosexuales.

  6. Todos los puntos son cuestionables, la verdad absoluta es la relatividad de todas las verdades.

  7. Las excepciones confirman la regla.

MilDiez

*= Read The Fucking Manual xD

lunes, 11 de enero de 2010

La confusión NO existe

Nadie está confundido por 6 meses. Es más, nadie está confundido por más de 5 minutos. Nadie no sabe lo que quiere. Siempre hay una parte de uno, aunque sea la caliente y animal, que apunta, literalmente, a lo que desea.

Es un hecho inevitable de la vida.

Entonces, ¿por qué la falta de bolas para decir las cosas?

Uh, que feo que suena eso, pero parece que están de moda los hombres mudos selectivos. Y de verdad no lo entiendo. ¿Por qué piensan que un “estoy confundido, no sé, pero igual creo que te quiero” hace menos daño que un “no te amo, terminemos”?

Este afán de generar falsas expectativas, de dejar que una se enrolle, ¿les alimenta el ego? ¿es eso? ¿o es que cuando no hay nada en la televisión tiene su gracia y su encanto ver cómo la mina a la que le prometieron el oro y el moro ahora llora de dolor, los mira con los ojos llenos de lágrimas afirmándose con uñas y dientes al borde del abismo por el cual no quiere caer pensando una tontera tan grande como que su amor es suficiente para los dos?

Eso es una falta de respeto, por decirlo menos.

Y no creo que exista justificación alguna.

No faltan los que inventan tonteras del estilo “me preocupa lo que va a ser de ti sin mí”, como si una de verdad estuviera afirmada por el lado de afuera del balcón a lo Rose en Titanic, a punto de soltarse en el instante en que él se vire, porque claro, cómo es posible que siquiera intentemos vivir sin él.

Impresiona la dualidad del tema: por un lado, son gallinas, porque no tienen las bolas para decir las cosas por su nombre, y por otro lado, literalmente se creen el tarro con más duraznos y está seguro de que moriremos si nos sueltan la mano.

¿Cómo es posible que el tarro con más duraznos sea una nena de pecho que en vez de decir la verdad guarda silencio e incluso derrama un par de lágrimas con ojos de cocodrilo al ser encarado?

Este afán de tirar las cosas por la tangente, de hacerse los ofendidos, de no decir la verdad, de esconder detrás de más gente, de disfrazarse con omisiones, y mentiras, ¿para qué?

Pura cobardía.

Increíble. Muchas mujeres son, somos, más hombres que la mayoría de ellos.

Ahora, es cierto, es parte culpa nuestra por no soltar al primer indicio, por pensar que se les va a pasar la tontera, pero de modos, ¿es necesario darnos cuerda?

Leonor

viernes, 8 de enero de 2010

Una visión positiva del Ex

Querido público, hoy queremos compartir con ustedes la historia que nos ha enviado Civilizada, una fiel lectora de nuestro blog, para que lean y comenten. No olviden que pueden hacernos llegar sus escritos al correo soy.la.ex@gmail.com, ¡que tengan un buen día!

Mis problemas con los ex no tienen que ver precisamente con el odio acérrimo o el juntar recuerditos o quemar en piras rituales las fotos.

Mi asunto es que termino bien con ellos, civilizada, dulce y educadamente.

Me remitiré al ultimo ex, llamémoslo Vicho.

Con Vicho tuvimos una buena relación en su peak, decían que deberíamos casarnos, ponernos la roca, juntos hace años y todos esas frases clichés que hacen que se arruine todo, él no era romántico, es más bien frío, pero me pidió pololeo de rodillas en un lugar público (llámese Terminal de buses), pero como todo lo que sube tiene que bajar llegamos al punto donde éramos más amigos que pareja y me dijo las palabras fatales “No eres tú, soy yo”, como me dolió en ese instante, yo lo amaba, o sea le dije Te Amo, pero después de la distancia adecuada (un mes sin hablarnos) y el regalo adecuado (ese hombre si me conoce), hemos llegado al entendimiento, funcionamos como uno.

Me explico, a pesar de no ser pareja somos realmente buenos amigos, nos apoyamos en nuestros proyectos, es capaz de llamarme y hablarme dos horas para convencerme de no hacer algo, adularme como el primer día, y yo estar ahí para escuchar sus rabietas con Nicolás (su jefe), saber que camisas se debe de comprar por que vienen con el color de sus ojos, asesorias varias, regalos que aún nos hacemos (mi ex suegri aún pregunta por mí, ja¡)

Nos conocemos demasiado como para pasarlo por alto, somos importantes en nuestras vidas, creo que lo único que no conoce de mí es el blog. Y yo de él hasta sus historias oscuras, problemas con los viejos, odios varios etc.

Los ex no deben ser satanizados, ojala todas tuvieran una buena relación con él, fue importante, dejo huella y es importante cerrar ciclos y reconciliarse con el pasado

martes, 5 de enero de 2010

Acta de Rendición

Siempre me han llamado la atención las personas que después de una decepción amorosa se ponen en pie de guerra a todo lo que huela a romance. Que el amor no existe, que tener pareja es una pérdida de tiempo, que mejor dedicarse a follar y pasarlo bien sin querer consecuencias. Y sí, cada uno tiene derecho a hacer/pensar/creer lo que les siente mejor, pero ¿Really? ¿El amor no existe? ¿Es una pérdida de tiempo? Give me a big fuckin break!!!

Creo que desde que tengo uso de razón que soy una romántica incurable. Me gusta cenar a la luz de las velas, las mariposas en el estómago, que todo me recuerde a él. Mirarme al espejo e imaginar que hace sólo unos momentos mi piel no era mía y sonreír como si tuviese el mayor y más interesante de todos los secretos. Y porrazo tras porrazo, decepción tras decepción me decía que tanto dolor siempre valía la pena. Hasta ahora.

Después de tocar fondo con el término de mi última relación y los continuos tropiezos con la misma piedra, mi romanticismo se fue al carajo. No porque ya no crea en el amor, sino porque dejé de creer en mí y en mi capacidad de entregarlo sin medida, de manera absoluta y total.

Me miro al espejo y me siento incapaz de entregarme a alguien. Siento que la muralla que tan delicadamente y con tanto esfuerzo desarmé para Él, se rearmó en cuestión de suspiros y más fuerte y alta que nunca. Y me pregunto por primera vez y de verdad, si tanto esfuerzo vale la pena.

Parte de mí dice que sí, que el amor siempre vale la pena. Que los esfuerzos y rabias y penas que vives son compensados con creces con cosas simples como una sonrisa sincera, un beso largo y un abrazo acogedor cuando el mundo parece querer comerte viva.

Pero otra parte de mí, la mayoría en verdad, entró en pánico frente al posible escenario de tener que pasar por toda la pena, rabia y decepción post ruptura. Una tras otra, se van poniendo más difíciles, cada vez son más cosas las que están en juego y mi corazón simplemente se rindió. Se armó la fortaleza más inexpugnable posible y no quiere salir de ahí. Y, a ratos, yo tampoco.

Juana La Loca

 
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