domingo, 14 de marzo de 2010

El Perro Arrepentido

Querido público, tenemos el agrado de dejar con ustedes una nueva colaboración de una Ex que quiso compartir con nosotras su historia. Esperamos que ustedes la disfruten tanto como nosotras, y dejen sus comentarios para nuestra querida Gaviota.
Y recuerden que siempre podrán enviarnos sus historias a soy.la.ex@gmail.com

________

Mis estimadas, acabo de ingresar a este mundillo y espero que cada cosa escrita sea entretenida para todas y refleje de cierta manera las vivencias de muchas.

No puedo dar mi nombre real por que tengo amigas que siguen fielmente el blog y la verdad es que no quiero que mi fachada de niña “ya está superado” se desplome y me digan “te lo dije”.

Pues bien, estuve poco más de un año con el señor “Difunto”. Cuando nos conocimos (en un lugar de dispersión juvenil llamado discotheque) no me gusto para nada: era el típico mino feo, medio nerd, y mal vestido. Yo, para mi desgracia, soy la típica mina que les gustan, la más o menos bonita (para no tirarme muchas flores), inalcanzable para ellos, etc… pues bueno, después de más de una hora molestando accedí a bailar con el susodicho, y como el lolo era simpático, seguimos viéndonos.

La cosa, para resumir un poco, es que nos pusimos a pololear. Al principio todo era lindo: me llamaba por horas todas las noches y teníamos tema para conversar de todo, para qué hablar de las salidas, todo era bueno…y ya acercándose el primer aniversario, el lolo como que me guateó.

Según él, que yo lo absorbía mucho!!! ¿Cómo?, “pero si no tengo ni tiempo para mí con la pega y los estudios!!!” Kuek…Terminamos, luego volvimos y, como dos meses después… Plop!!! El lolo estaba de nuevo confundido!!: Que una chica de la que él estuvo enamorado lo buscó y cómo iba a quedarse ahí sin saber qué podía pasar si se la juega por ella… y yo con el corazón destrozado, sabiendo que el mino más feo del planeta me dejará por una mina más fea que él…

El ego, el autoestima, por el suelo.. y lo peor de todo es que él me dejo… siempre pensé que sería yo!!!! En fin….Han pasado 6 meses del fatídico suceso, del que aún no me recupero del todo, y zas!! En diciembre “Difunto” me llamó, después de una serie de llamadas mías que le dejaba perdidas, y mensajes que le mandé equivocadamente a su celular y que siempre respondía de mala gana para decir que no era mi amiga a la que estaba buscando en un estado medio etílico…

"Difunto" me llamó con la excusa de querer saber cómo había terminado el año, si había terminado la carrera y si había encontrado práctica laboral, muy en buena onda….”Oye pero hay tanto que contarse, podríamos juntarnos a comer sushi, acuérdate que te la debo”…”Pucha, lo siento, ando súper ocupada, pero para la otra”… Nada de ex civilizada, no va conmigo.

Han pasado dos meses desde entonces y ahora el lolo apareció con regalos... “buenos regalos”, los cuales le tire por el rostro, por orgullo… llamadas, correos…Accedí a reunirme con él para conversar, decirle que me tenía que conquistar de nuevo y que me diera tiempo… pero después me arrepentí… Y ahora llama y llama!!! Cómo no entiende que si no contesto es por que no quiero hablarle!!.

Opté por cambiar el celular, pero como era una relación seria tiene el número de mi casa, y llama y corta cuando contesta otra persona… Ahora me pregunto, ¿por qué siempre vuelven como perros arrepentidos, diciéndote que te aman, que te quieren?... Todo lo que quisiste escuchar durante el pololeo, pero de lo que se dan cuenta después, probablemente cuando la otra Yegua no los pescó, y ya no es admirable ese algo que pudiste conseguir de esa relación…

Kuek… pa' el “Difunto”, y para todos los perros arrepentidos que existen…

Gaviota

jueves, 11 de marzo de 2010

Ódiame, por piedad...

Amig@s de nuestro blog, retomando las colaboraciones que llegan a nuestro correo, les tenemos esta joyita para que lean, disfruten y comenten. Un saludo cariñoso de su Ex favorita.


___

Cada cierto tiempo llegan amigas mías a contarme de sus rupturas. Aparecen todas acongojadas contándome sobre su experiencia con el saco de weas de turno. Ya saben, el inmaduro emocional, el que las pateó porque estaba "confundido", el que terminó con ellas para encontrarse a sí mismo y resultó que en un par de semanas (o menos) estaba con otra.

Siempre las escucho con paciencia y trato de entenderlas. Pero una parte en el fondo de mi cerebro no puede evitar verse reflejada, más que con mis amigas, con sus exs. Esa soy yo: la saco de weas que nadie quiere tener como ex.

Quizás muchas féminas que lean esto querrán apedrearme ahora. Me dirán cosas como "deberías pensar en el daño que haces" o "ojalá algún día alguien te haga lo mismo a ti para que sepas lo que se siente". Creánme, no es necesario. Sí pienso en el daño que hago, y sí tengo empatía por lo que sufre el otro. Y sin embargo, pareciera que no lo puedo evitar. Me prometo no tener otra relación hasta haber madurado un poco más, pero conozco a alguien, me embalo, creo que todo será diferente y antes de darme cuenta qué pasó estoy terminando porque estoy confundida y creo que necesito tiempo para estar sola. De todos modos, cuando lo he dicho realmente he sentido que es cierto. No sé si eso empeora o mejora el asunto.

No crean que no siento culpas o no me siento mal por esto. Durnte mi adolescencia yo también estuve en el lugar de mis amigas y me metí con el saco de weas de turno, a quien maldije y pensé "me pregunto que se sentirá estar del otro lado, del lado del que hiere y no del que es herido". Cuidado con lo que deseas, dicen. Me pasó. Y les cuento que no es agradable.

No es bonito ser odiada. Tampoco sicopateada porque dejaste marcando ocupado a algún pobre desgraciado que realmente se ilusionó contigo cuando tú no lo hiciste, y que pasó mucho tiempo llamándote post ruptura para que se juntaran o pidiéndote explicaciones sobre por qué terminaste. Lo peor es que a veces ni tú conoces bien la respuesta. Simplemente despertaste un día y sentiste que ya no podías seguir. A veces ocurre que después de eso te arrepentiste y hasta volviste con el susodicho, y otras nunca te arrepientes ni miras para atrás.

Terminar fue una buena decisión. Sólo que él no está de acuerdo.

Sé que me han odiado, me consta. Han hablado con amigas en común tratando de encontrar explicaciones a mis acciones, porque el "ya no te amo" no les bastó y pensaron que debía ocurrir algo más. He leído cosas de mí que han escrito en internet o escuchado o me han contado algo que han dicho. Una vez me tocó la teoría de uno sobre que le puse el gorro y lo usé. ¿Mi versión? No sólo no le puse el gorro, sino que cuando lo conocí realmente creí que con él podía funcionar algo serio. Pero yo estaba muy confundida en ese tiempo y no debí empezar con él tan pronto después de haber terminado mi relación anterior. No alcanzamos a durar ni un mes.

Así soy yo, cometo errores por dejarme llevar y no pensar bien en las consecuencias de mis actos. En el fondo, soy una pendeja. Soy inmadura emocionalmente y cada vez que me propongo estar sola un buen tiempo para no meterme en más cachos, la fuerza de voluntad me dura menos que la de mujer a dieta. Conozco a alguien, vuelvo a pensar que todo será diferente, que yo ahora soy diferente, y la vuelvo a embarrar.

Gracias a ciertas declaraciones de odio que he recibido, sólo me falta saber de algún ex borracho cantando en algún carrete "Maraca Conchetumadre" de los Picantes y dedicándomela, pidiéndome que me "meta por la raja mi falso amor" (perdonen el poco delicado lenguaje).

Ahora, no deja de sorprenderme la conducta del "otro lado de la historia", de estos hombres que caen.

A más de alguno yo le advertí que estoy cagada del mate, que tengo issues y no son menores, figura paterna ausente, familia disfuncional, ustedes nómbrenlo. Y lo advierto siempre al inicio, para que sepan bien cómo soy antes de meterse conmigo. También les cuento de mis exs y cómo han terminado las cosas. Nuevamente, para que sepan con quién se están metiendo. Y aún así, se arriesgan. Deben creer que ellos me van a poder cambiar. Que he sido así netamente porque no he encontrado a la persona indicada, al hombre que me dome, cual Fierecilla Domada. Qué sé yo.

O en una de ésas, simplemente les gustan las "maracas conchetumadres" del mundo. Quizás sean la versión masculina de la mujer a la que le gusta sufrir por amor. Y yo, la siempre dispuesta victimaria que los ayudará a hacerlo,

Maraca Conchetumadre

lunes, 8 de marzo de 2010

Igual que quinceañera

Venía saliendo de la peor de mis pateaduras, con severos riesgos de recaer, luchaba por que cada día fuera un triunfo de mi nueva soltería, y no un paso de vuelta a los brazos de los que había huído despavorida... pero a veces era más fuerte que yo y me veía nuevamente buscando que él diera el primer paso, que me hiciera ver que yo estaba equivocada y que nuestra vida juntos podía volver a encaramarse sobre un arco iris, que... que...

Lo que más detestaba era pensar que probablemente no encontraría un “chico tan bueno” como mi Ex. Ninguno estaba a su altura. Su maldita altura.

Bueno, en esas estaba cuando llegó él, quien sin saberlo se volvió de pronto en mi nuevo caballito de batalla contra el recuerdo del Ex. Era perfecto, un chico tan o más bueno, alegre, amable, inteligente, atractivo... y lo mejor de todo: era un nuevo motivo para alejarme de los recuerdos de mi Ex y sus brazos dispuestos a demostrarme que me había equivocado y que no había nadie mejor que él en esta vida, nadie me trataría mejor y que de una buena vez por todas me conformara.

Pero había un problema: Él no tenía idea de mi existencia. O más bien sí, pero de una forma bien remota... una de las tantas chicas que conoció trabajando y, probablemente, una de las tantas grupies que lo seguían idiotamente para todos lados. Probablemente no una de las más curvilíneas, así que tenía la pista pesada. Él era un chico popular.

Pero eso no me desalentó, ya el sólo hecho de pensar en algo diferente a mi relación anterior era algo positivo así que, según yo, entré a la competencia.

En un inicio hice cosas torpes, como agregarlo a MSN para tratar de conversar y conocerlo mejor, pero poco a poco mi supuesta “conquista” pasó a un segundo plano y pasé de a salir 'coincidentemente' a sus lugares favoritos, a volver a bailar tras años encerrada en ver tele en “tu casa o la mía”, recobré la personalidad para contestar las tallas pesadas y para subir al columpio al resto, me volví proactiva, y con el tiempo empecé a sonreír más a menudo, a veces cuando recordaba la vez que pude hablar con él y recordó mi nombre y a veces porque sí, simplemente por mí, hasta que de pronto me olvidé incluso de él, mi motivo inicial para todo.

Luego me di cuenta de que más allá de un par de cosas como “me gustan los fideos con salsa” no teníamos mucho en común, que seguía siendo una desconocida y que el pobre estaba chato de sus grupies, que mis chances con él eran remotas y que toda mi fantasía respecto a él estaba mejor en ese estatus: un amor platónico fantasioso del que él nunca se enteró.

Pero, infantil y todo, esa fantasía me ayudó a superar en un par de meses lo que pudo haber durado años, y siempre recordaré con cariño lo que sin saber hiciste por mí.

La primera vez que me miraste a los ojos y sentí que el piso se derretía a mi alrededor.

La primera vez que me tocaste o rozaste y pude sentir un shock eléctrico recorriendo todo mi ser.

La primera vez que sentí que me mirabas a escondidas y sonreí para mis adentros como una capitana victoriosa.

La primera conversación que tuvimos por MSN, contigo confundido por la milésima extraña que te agregaba inexplicablemente.

La vez que estuviste a punto de pedirme que bailara contigo, pero alguien te lo impidió.

La vez que me hablaste por mi nombre.


Nunca supe si mi interés era recíproco, no sé si hubiese resultado, pero simplemente hoy, sólo te quiero agradecer por existir.

Porque, admitámoslo, hay personas que con sólo admirarlas ya le hacen un bien a la humanidad :D


Liss

 
Template by suckmylolly.com : header image font "Beauties by Bill Ward"