¡A la carga! Actualizamos El Blog de la Ex con una colaboración. A todo el mundo le toca el tema parece. Recuerden que si quieren colaborar o ser parte del equipo estable de Ex's (raro sonó eso), pueden escribirnos a soy.la.ex@gmail.com.
Nos demoramos un poco en responder, así que ¡paciencia!
-.-.-.-.-.-.-.-.
¿Cuánto tiempo toma olvidarse del lolo de turno y comenzar nuevamente la búsqueda?
Sabemos que es un proceso más o menos engorroso, que a no todos nos toma lo mismo ni lo enfrentamos de igual manera y que a más de alguna fémina (y macho también) deja pegada por más de lo mentalmente sano.
Como no soy devota de andar apurando cosas, no me incomoda en lo absoluto pegarme una vitrineada más o menos larga, no me urge un aún)pues, afortunadamente los servicios básicos son cubiertos por un buen samaritano al que tampoco le molesta mucho la soltería, voy más que relajada por la vida… Tan relajada que en ese entre tiempo un muchacho me pilló volando bajo y comenzamos a salir.
El espécimen en cuestión se veía bastante prometedor: salidas varias lo confirmaban. No era algo que me hiciera perder la cabeza, pero en vista y considerando que la oportunidad estaba, démosle.
Y aunque quería, algo no funcionaba… Este hombrecillo me sorprendía desagradablemente con detalles… Pero hubo algo, lo principal, que me hizo replantear el asunto y correr olímpicamente de esa situación: su urgencia por reemplazar a la EX.
Además de su apremio por concretar, por presentarme a la familia y conocer la mía, por publicar fotos -que ni siquiera sabía que me había sacado- sin mi consentimiento y tapizar red social existente con mi nombre y el “está en relación con”, estaba su pasado tormentoso con mi versión anterior.
Todos tenemos un pasado, hay que tener uno para construir el presente, eso está claro… El suyo incluía no asumir que lo dejaron y mandar todo a la mierda tras el quiebre: vida, amigos, universidad, TODO.
El cabrito me planteó el episodio como una anécdota más de vida y a mí dentro del cuento, como la persona que lo ayudaría en la transición. Qué quieren que les diga, me anduvo entusiasmando la idea de mostrarle que la vendrían tiempos mejores (a pesar de divergencias que saltaban a la vista, pero bueno, asumo que soy harto porfiada) y seguimos.
Es común que en la lista de ex parejas siempre exista una que es recordada con mayor cariño, pero el cuento con esta EX iba por otro lado. Al tiempo de estar juntos me enteré que hubo compromiso de por medio, postura de ilusiones (bien cebolla el asunto) y toda la parafernalia, la palabra matrimonio sonó fuerte, bastante, hasta que la muchacha se arrepintió y hasta ahí quedaron los planes.
Nada de malo tiene proyectarse, pero si no resulta, supéralo. Eso es lo que no entendió el muchacho… Y su obsesión/trauma con el compromiso me empezó a incomodar demasiado, su encanto por mostrarme en público como un chiche nuevo me asustaba, las llamadas a las tantas de la mañana desubicaban, llegando al punto de quizás qué caras poner cuando comenzaba con sus “... y si viviéramos juntos” salidos de la nada sin siquiera llevar meses emparejados…. Porque digámoslo, uno espera escuchar esas palabritas cuando está enamorada y lleva por lo menos un año de convivencia ¡no dos meses!
Señoritas, existen sujetos deseosos de reemplazar a la Ex con quien quiera que se les cruce en el camino en un esfuerzo por demostrarse a sí mismo que son capaces de formar parte de algo sólido. Buscan e insisten porque la soledad los desmoraliza y desespera a tal extremo, que la seguridad como individuo único e irrepetible se les va lejos (si es que alguna vez tuvieron).
Lamentablemente para él, tengo mis prioridades demasiado claras e incluir un cacho en mi vida, evidentemente, no es una de ellas.
Con toda honestidad, si hubiera sido la novia y Ex en cuestión, también corría… ¿ustedes no?
Helena
Nos demoramos un poco en responder, así que ¡paciencia!
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¿Cuánto tiempo toma olvidarse del lolo de turno y comenzar nuevamente la búsqueda?
Sabemos que es un proceso más o menos engorroso, que a no todos nos toma lo mismo ni lo enfrentamos de igual manera y que a más de alguna fémina (y macho también) deja pegada por más de lo mentalmente sano.
Como no soy devota de andar apurando cosas, no me incomoda en lo absoluto pegarme una vitrineada más o menos larga, no me urge un aún)pues, afortunadamente los servicios básicos son cubiertos por un buen samaritano al que tampoco le molesta mucho la soltería, voy más que relajada por la vida… Tan relajada que en ese entre tiempo un muchacho me pilló volando bajo y comenzamos a salir.
El espécimen en cuestión se veía bastante prometedor: salidas varias lo confirmaban. No era algo que me hiciera perder la cabeza, pero en vista y considerando que la oportunidad estaba, démosle.
Y aunque quería, algo no funcionaba… Este hombrecillo me sorprendía desagradablemente con detalles… Pero hubo algo, lo principal, que me hizo replantear el asunto y correr olímpicamente de esa situación: su urgencia por reemplazar a la EX.
Además de su apremio por concretar, por presentarme a la familia y conocer la mía, por publicar fotos -que ni siquiera sabía que me había sacado- sin mi consentimiento y tapizar red social existente con mi nombre y el “está en relación con”, estaba su pasado tormentoso con mi versión anterior.
Todos tenemos un pasado, hay que tener uno para construir el presente, eso está claro… El suyo incluía no asumir que lo dejaron y mandar todo a la mierda tras el quiebre: vida, amigos, universidad, TODO.
El cabrito me planteó el episodio como una anécdota más de vida y a mí dentro del cuento, como la persona que lo ayudaría en la transición. Qué quieren que les diga, me anduvo entusiasmando la idea de mostrarle que la vendrían tiempos mejores (a pesar de divergencias que saltaban a la vista, pero bueno, asumo que soy harto porfiada) y seguimos.
Es común que en la lista de ex parejas siempre exista una que es recordada con mayor cariño, pero el cuento con esta EX iba por otro lado. Al tiempo de estar juntos me enteré que hubo compromiso de por medio, postura de ilusiones (bien cebolla el asunto) y toda la parafernalia, la palabra matrimonio sonó fuerte, bastante, hasta que la muchacha se arrepintió y hasta ahí quedaron los planes.
Nada de malo tiene proyectarse, pero si no resulta, supéralo. Eso es lo que no entendió el muchacho… Y su obsesión/trauma con el compromiso me empezó a incomodar demasiado, su encanto por mostrarme en público como un chiche nuevo me asustaba, las llamadas a las tantas de la mañana desubicaban, llegando al punto de quizás qué caras poner cuando comenzaba con sus “... y si viviéramos juntos” salidos de la nada sin siquiera llevar meses emparejados…. Porque digámoslo, uno espera escuchar esas palabritas cuando está enamorada y lleva por lo menos un año de convivencia ¡no dos meses!
Señoritas, existen sujetos deseosos de reemplazar a la Ex con quien quiera que se les cruce en el camino en un esfuerzo por demostrarse a sí mismo que son capaces de formar parte de algo sólido. Buscan e insisten porque la soledad los desmoraliza y desespera a tal extremo, que la seguridad como individuo único e irrepetible se les va lejos (si es que alguna vez tuvieron).
Lamentablemente para él, tengo mis prioridades demasiado claras e incluir un cacho en mi vida, evidentemente, no es una de ellas.
Con toda honestidad, si hubiera sido la novia y Ex en cuestión, también corría… ¿ustedes no?
Helena